El tercer proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador recibió el primer misil de los muchos que se avecinan de aquí a julio del 2018 y hacen profetizar que, por tercera ocasión, podría resultar perdedor. El video presentado por El Universal ayer, en el que la candidata a la alcaldía de Las Choapas recibe 500 mil pesos en efectivo para ‘apoyar’ el proyecto del tabasqueño, sea un cuatro, un montaje del que participó Eva Cadena o un auténtico acto de corrupción, es la muestra principal de los riesgos provocados por el desembarco de tanto oportunista.
En realidad, puede ser una mezcla de todo. Un primer intento de la mafia del poder para probar la permeabilidad a la corrupción en Morena. Un acto de traición del que participó conscientemente Eva Cadena. Un montaje de la mafia en el poder aprovechándose de la ambición de Eva Cadena, quien hasta el 9 de febrero pasado era diputada emanada del PAN y cambió de lealtades para contender de manera ‘externa’ por Morena como candidata a la alcaldía de Las Choapas.
Increíblemente para una tránsfuga del PAN, Eva Cadena recibió todas las facilidades del Congreso local para que su licencia a la diputación le fuera aprobada y poder convertirse en candidata ‘externa’. Ahora, tras el escándalo del video recibiendo el dinero en efectivo, además de convertirse en fuente de golpeteo al tabasqueño y a Morena en Veracruz, renunció a la candidatura, dejó desguarnecida la posición y golpeó tanto la campaña en su estado como la de Delfina en Edomex. ¿Cumplió su función de Caballo de Troya?
Puede ser todo eso, las hipótesis están abiertas, pero lo único que demuestra el episodio es la incapacidad de confiar en los oportunistas que dieron el salto al proyecto lopezobradorista antes del 9 de abril. En el caso específico de Puebla, quién puede poner las manos al fuego por Alejandro Armenta, Luis Miguel Barbosa o el JJ. ¿Quién puede asegurarle al tabasqueño que no son infiltrados, Caballos de Troya colocados para traicionar en el momento idóneo?
Uno de los problemas de Morena es que son varias las puertas de entrada al proyecto, y nadie se hace responsable de lo que ocurre luego de abrir las puertas. Se dice, por ejemplo, que detrás de la llegada del JJ a Morena está Ricardo Monreal; de Fernando Manzanilla, el concuño de AMLO Sergio Jara; de Alejandro Armenta directamente Yeidckol Polevnsky la secretaria general del partido, y de Barbosa, el propio tabasqueño que pagó con monedas de plata la traición al PRD que hizo el senador.
Luego de ellos, viene una fauna de personajes exóticos entre los que se ubica Emilio Maurer, el ‘doitor’ Eudoxio Morales, presuntos panistas como Hilario Gallegos y Violeta Lagunes, y hasta el maestro de karate de Armenta. ¿Quién de ellos se va a negar a recibir 500 mil pesos para ‘apoyar’ el proyecto del tabasqueño?
No en balde López Obrador vive amenazado por el síndrome de la traición. No le falta razón, ya que casi todos a quienes encumbró con sus votos terminaron clavándole un puñal. Comenzando por los Chuchos a quienes dio diputaciones federales y senadurías y terminado con Graco Ramírez y Arturo Núñez, a quienes la ola lopezobradorista hizo gobernadores de Morelos y Tabasco, respectivamente, pero apenas tomaron protesta le dieron la espalda
Tampoco ya en su propio partido, Morena, le han escaseado los traidores. El primer dirigente nacional, Martí Batres, quiso quitarle el control al tabasqueño y por eso éste tuvo que asumir la dirigencia nacional para evitar un caso semejante al de Los Chuchos. Todos los flancos deben estar cubiertos por él y nadie tiene margen.
Pero ahora López Obrador se rodea de traidores. Específicamente en Puebla, el JJ traicionó a Dante Delgado y a Convergencia. Armenta al PRI, Barbosa al PRD, Manzanilla al morenovallismo. ¿Quién puede meter las manos al fuego por alguno de ellos?
En otras palabras: ¿a quién puede comprar el morenovallismo para que haga el papel de Eva Cadena en 2018? ¿Cuántos, quienes, a la mera van a traicionar a López Obrador? ¿Quién jugará el rol de sacrificio a cambio de una millonaria compensación?