Es un signo distintivo de nuestros tiempos el repentino auge y declive de las cosas. Los aparatos electrónicos como los teléfonos celulares cada vez tienen menos tiempo de vigencia, en pocos meses surgen nuevos modelos con adelantos tecnológicos que vuelven obsoletos a sus antecesores. Ocurre también en los automóviles, la ropa, los restaurantes, la arquitectura, el diseño, nada permanece. La cultura de consumo se ha extendido a todos los mercados y espacios de la sociedad donde el desecho es la constante. Mientras más joven, posmoderno y “millenial”, más susceptible se es de contribuir a esta lógica del desperdicio por el desperdicio mismo.

Ya comenzó la carrera por las candidaturas que jugarán en 2018. Las empresas encuestadoras forman parte de la liturgia electoral y una vez más, puntuales a la cita, llegamos con información oportuna para contribuir a documentar la que será una de las elecciones más competidas de la historia.

Esta ocasión haré una reflexión en voz alta sobre una condición que a todos nos concierne y que quizá por ello nos resulte incómoda. Los sismos de septiembre despertaron a la sociedad, al menos temporalmente. La tremenda sacudida que derribó numerosos edificios y casas también derribó, en apariencia, algunas barreras que mantenían pasmado e indiferente al pueblo mexicano. Bastaron unos cuantos segundos de movimiento telúrico para que los edificios colapsaran y una vez más se liberara una fuerza social solidaria y participativa.

El cambio político es una demanda generalizada en nuestro país. La intención de voto por la continuidad del PRI apenas alcanza al 15 por ciento de la lista nominal de electores, el restante 85 por ciento se manifiesta de algún modo a favor de una opción distinta. Podríamos inferir entonces que todos, o la gran mayoría, quieren un cambio.

En la víspera de una elección inédita el PRI enfrenta el escenario más adverso de su historia política. Aquí algunos de los factores que complican y ensombrecen el futuro de este partido en Puebla

Los 32 municipios más poblados del estado nunca fueron tan importantes en el resultado de una elección como lo serán en 2018. El factor clave para el triunfo es nombrar a los mejores candidatos a competir por las preferencias ciudadanas en esos municipios, ya que juntos concentran el 68.4 % de la lista nominal del estado, equivalente a 2.94 millones de electores. El partido que gane la mayoría en estos municipios seguramente triunfará en el estado.

Participé en alguno de los diálogos organizados por el INE cuyo objetivo es descubrir la quinta escencia generadora de una Cultura Cívica y Democrática en México. Me pareció loable la iniciativa pero a todas luces insuficiente. Es como darle una aspirina a quien padece cáncer o administrarle morfina a quién le falta una pierna, y lo peor es que no ha de ser nada barata la organización de 600 foros por toda la República.

Participé en alguno de los diálogos organizados por el INE cuyo objetivo es descubrir la quintaesencia generatriz de una Cultura Cívica y Democrática en México. Me pareció loable la iniciativa pero a todas luces insuficiente. Es como darle una aspirina a quien padece cáncer o administrarle morfina a quien le falta una pierna, y lo peor es que no ha de ser nada barata la organización de 600 foros por toda la República.

Con la finalidad de identificar los valores predominantes en la sociedad aplicamos una pregunta con cuatro opciones de respuesta. El conformismo que supone la aceptación de las situaciones de la vida fue seleccionado por el 52 % de los informantes, el hedonismo que busca la felicidad a toda costa obtuvo un 24 % de menciones, el idealismo que arriesga la estabilidad a cambio de más libertad fue seleccionado por el 13 %, y la solidaridad que implica sacrificarse por los demás obtuvo un 11 % de menciones.

La violencia como forma de vida es consecuencia de múltiples factores asociados a la economía, la política y los políticos, las instituciones sociales y gubernamentales, pero sobretodo es resultado del rompimiento de la familia y el abandono de los hijos.