En las últimas horas Lozano se convirtió en un apasionado corifeo de José Antonio Meade. Ante micrófonos de medios nacionales lo dijo sin tapujos: ‘Si Moreno Valle no es el candidato, apoyaré a Pepe’. Evidentemente el Senador no tiene un capital político propio; en una consulta interna o una elección constitucional se mostraría que es un político sin estructura, sin, bases, sin tropas. Entonces cuando habla de que apoyaría al precandidato del PRI ¿Se refiere solo a su voto personal? No, de ninguna manera.
Las palabras de Javier deben tomarse como el espejo que refleja el sentir de la agraviada cúpula morenovallista; la misma que hoy acepta que su líder no será el candidato a la presidencia de la República. Pero sobre todo que se prepara para un choque mayúsculo y devastador en Puebla.
En el más doloroso y hermético de los silencios las huestes de Rafael se preparan para el hipotético manotazo de Ricardo Anaya que les arrebataría la candidatura a la gubernatura. En este momento ya no es un escenario imposible o impensable. En estas circunstancias la posibilidad es real.
Frente a este pandemónium Lozano Alarcón se convierte en el portavoz de un morenovallismo dispuesto a operar (con mayor o menor discreción), en favor de Meade, haciendo a un lado cualquier posibilidad de reconciliación con el ‘Frente Ciudadano’.
Por otra parte debe subrayarse que para Anaya Cortés la carretera no está despejada. La reunión de perredistas en torno a Miguel Ángel Mancera es una forma estirar la liga hasta extremos casi suicidas. La fotografía del Jefe de Gobierno flanqueado por Alejandra Barrales, Jesús Ortega, Jesús Zambrano, los gobernadores Silvano Aureoles y Graco Ramírez, es un mensaje que a la letra dice: ‘Anaya o cumples los acuerdos o prepárate a reventar’.
La sola fotografía es la demostración de la dramática inestabilidad que se vive al interior del Frente. A estas alturas del partido la coalición no resuelve sus diferencias internas, de ninguna manera esta concedida la candidatura presidencial y esto puede desembocar en un prematuro desastre.
Este es el momento histórico en que el morenovallismo hará uso de su legendario pragmatismo. Podrán seguir con la camiseta azul, pero su corazón nunca dejó de ser rojo y hoy están dispuestos a entregarlo al tecnócrata convertido en candidato priista.
Esto y no otra cosa es lo que refleja el apasionado Javier Lozano quien en esta semana 49 envía el siguiente mensaje de parte de su grupo: ‘Puebla se gana con nosotros o se pierde sin nosotros’.
Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.