La Policía Militar emuló el caso Tlatlaya en Puebla, al ejecutar con un tiro de gracia al menos a una de las tres personas que detuvieron la noche del miércoles tres de mayo en Palmarito Tochapan conforme a un video en poder de CAMBIO.
El video fue captado desde una cámara de seguridad y registra minuto a minuto la agresión de los militares a los pobladores que circulaban en un vehículo y que, tras ser tiroteado, tres tripulantes descienden sin ir armados ni tener chalecos antibalas. Incluso, se capta el momento en el que los soldados intentan borrar las huellas del homicidio desmontando la videocámara.
Grabado desde un domicilio particular, se puede apreciar el momento en que un militar dispara a bocajarro sobre la cabeza de uno de los detenidos aparentemente herido, y a quien luego de arrastrarlo unos metros, ejecuta a sangre fría para dejar un regadero de sangre en las calles de la junta auxiliar.
La videograbación echa por tierra la coartada del ejército sobre una supuesta emboscada que sufrieron ese 3 de mayo luego de recibir una llamada para denunciar una toma clandestina, ya que el fechador de la cámara de vigilancia marca las 8:28 pm cuando rafaguean el sedán donde viajaba el ejecutado, misma hora en la que supuestamente se dio la agresión contra los efectivos militares que generó, posteriormente, una balacera de más de tres horas, con saldo de cuatro militares y seis civiles muertos, además de 11 soldados heridos.
La agresión a los pobladores
De acuerdo al fechador del video, a las 8:28 pm del tres de mayo de este año un vehículo sedán es rafagueado por un convoy de al menos 10 militares, que aparece en la imagen mientras se echa de reversa.
Durante más de cuatro minutos los militares siguen disparando a discreción sobre el vehículo, desde el cual, en la parte trasera del conductor se puede apreciar que una persona trata de bajar, pero los disparos se lo impiden.
En ningún momento los tripulantes intentan repeler o contestar la agresión de la que son objeto.
Ocho minutos después, a las 8:36 pm, aparecen los militares en la grabación de la cámara de vigilancia acercándose al coche del que bajan a dos personas llevándolas a la parte trasera del mismo, y posteriormente, a una tercera que venía detrás del conductor y se deja caer unos metros adelante aparentemente herido.
En ningún momento se aprecia que bajen del vehículo algún tipo de arma, sólo a las tres personas que viajaban en el mismo, uno de los soldados revisa el interior de éste, pero sin descubrir armas.
Dos de los detenidos son llevados a la parte de enfrente del coche por dos militares, mientras que la tercera persona aparentemente herida es arrastrada por dos soldados.
Esta última, es la única que queda en el encuadre de la cámara de vigilancia y se ve que a las 8:38 pm cuando lo dejan en el suelo se mueve y se acomoda boca abajo sobre la calle, permaneciendo así por seis minutos.
A las 8:44 pm con 22 segundos, se aprecia a un soldado acercarse al detenido, levanta la mano lentamente y a las 8:44 con 27 segundos le dispara a escasos centímetros de la cabeza causándole muerte instantánea.
Aunque la imagen del video en cuestión no es de alta calidad, se puede apreciar perfectamente que después del disparo comienza a llenarse de sangre el contorno del sujeto.
Video mata la versión oficial
La videograbación en poder de CAMBIO echa por tierra la versión dada por la Secretaría de la Defensa Nacional sobre el enfrentamiento con huachicoleros, ya que aseguraron que inició a las 20:30 horas al atender la denuncia de una toma clandestina, cuando fueron recibidos a tiros, y no pudieron repeler la agresión ya que pusieron como escudo a niños y mujeres de Palmarito.
Según la cronología oficial, que ahora se sabe fue sólo un montaje, alrededor de las 20:15 horas del miércoles, policías militares que resguardaban municipios del Triángulo Rojo recibieron la llamada de alerta sobre una toma clandestina en Palmarito Tochapan, municipio de Quecholac.
Asimismo aseguraban que a las 20:30 horas arribaron a Palmarito los soldados al punto de la ‘ordeña’, siendo recibidos a balazos por un grupo de sujetos que se escondieron atrás de niños y mujeres. Debido a que los policías militares no respondieron al ataque, dos de ellos fueron asesinados en el lugar y solicitaron refuerzos por lo que ingresaron al lugar 600 efectivos en total, con el objetivo de emprender un operativo para ubicar a los responsables.