Las bandas de chupaductos que se disputan el poliducto de Pemex que cruza en los municipios del llamado Triángulo Rojo —Tepeaca, Palmar de Bravo, Acajete, Quecholac y Acatzingo– duplicaron su actividad durante 2016, dado que 9 de cada 10 ordeñas que se registraron en el estado se concentran en dicha zona.
De nada ha servido la vigilancia que mantiene Seguridad Física de Petróleos Mexicanos que incluye helicópteros, además de la participación de militares y efectivos de la Gendarmería, pues las mafias chupaductos parecen ganar territorio día con día.
Según un reporte de Pemex, de enero a noviembre del año pasado se registraron mil 245 tomas clandestinas, de las cuales, mil 49 corresponden al Triángulo Rojo, lo que implica el 84. 25 por ciento del total.
CAMBIO exhibió en su edición del pasado 12 de enero que Petróleos Mexicanos oculta la verdadera cifra de robos de hidrocarburo en el poliducto Minatitlán-México que cruza en la entidad, ya que en respuesta a una solicitud de información vía transparencia, dio cuenta que durante todo el 2016 se suscitaron mil 200 atracos, un informe de Seguridad Física reportó que en el mismo periodo ocurrieron 4 mil ilícitos de este tipo, un número escandaloso si se compara con los 785 casos registrados en 2015.
Robo de gasolina crece en un 89.3 % en el Triángulo Rojo
Comparando los números que dio a conocer Pemex en su reporte mensual, de enero a noviembre de 2016, la actividad de los también llamados ‘huachicoleros’ aumentó en un 89.3 por ciento, ya que mientras en 2015 operaron para atracar en 554 ocasiones, en los primeros 11 meses del año pasado, el número pasó a mil 49, tan sólo en los cinco municipios mencionados.
El municipio de Tepeaca, en donde gobierna el priista David Huerta, sigue ocupando el primer lugar a nivel nacional y local en incidencia de estos delitos. Tan sólo en 2016, fueron 347, un 128 por ciento más en comparación con los 152 reportados durante 2015.
En el segundo lugar a nivel estatal está Palmar de Bravo –en donde chupaductos, junto con pobladores han desarmado en más de dos ocasiones a militares–. En 2016 registró 283 ordeñas, un 217 por ciento más en comparación con todo el año anterior cuando se presentaron 89 tomas clandestinas.
En número de casos, la demarcación que gobierna Pablo Morales Ugalde fue el municipio en donde los ladrones de combustible más delinquieron.
En seguida está Acajete –en donde según información obtenida por CAMBIO operan 15 grupos de huachicoleros–. Mientras que de enero a noviembre de 2016 sumó 173 ordeñas, en 2015 fueron 73, un 136 por ciento más.
En Quecholac parece que los operativos han fructificado, pues en comparación con 2015 cuando se registraron 132 robos a los ductos, en los primeros 11 meses del año pasado, bajó a 130.
En Acatzingo, otro municipio considerado foco rojo por la actividad que mantienen los capos del huachicol, el atraco se elevó en un siete por ciento al pasar de 108 a 116.
Además, destaca San Martín Texmelucan con 74, Esperanza con 67, San Matías Tlalancaleca con 55, Coronango con 41, Amozoc 38, San Salvador El Verde 27, Xicotepec con 22, Tecamachalco con 15.
En 2016, también destacó Ahuazotepec con 14, Venustiano Carranza con 13, Cuautlancingo, Huauchinango y Tlahuapan con 12, Jalpan con ocho, Los Reyes de Juárez y Tlaltenango con cuatro, mientras que en Puebla capital sólo contabilizaron tres.
Octubre, el mes favorito de los chupaductos
Según la información oficial, el mes de octubre fue cuando las bandas dedicadas a este delito robaron más a Pemex, los cuales, según datos proporcionados por Seguridad Física durante un recorrido hace una semana, al día, se hurtan 2 millones 382 mil litros.
De los mil 245 tomas clandestinas provocadas en todo el estado en 2016, 176 fueron en octubre.
Diariamente, Petróleos Mexicanos pierde 15 mil barriles de gasolina tan sólo en los 100 kilómetros que van de Maltrata a La Resurrección (junta auxiliar de Puebla capital) equivalente a 2 millones 382 mil litros, cuya merma llega hasta a más de 43 millones de pesos.
Como una forma de combatir este delito, Pemex reforzó la vigilancia hace dos semanas con equipo israelí, aunque los propios militares y personal de Seguridad Física reconocen que es insuficiente debido a la protección que tienen los chupaductos por parte de autoridades de los tres niveles de gobierno y de los habitantes de la zona.