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Martes, 24 Enero 2017 03:52

Algunos apuntes sobre el Maximato y la agonía del cierre sexenal

Algunos apuntes sobre el Maximato y la agonía del cierre sexenal Escrito Por :   Arturo Rueda

Fuera de las porras locales, Moreno Valle se encuentra lejos, lejísimos de la candidatura presidencial del PAN como demostró su ausencia en la Asamblea Nacional. No es el único dato preocupante. Pese a presidir la Comisión Política del partido, el gobernador poblano ha sido prácticamente borrado de todas las decisiones importantes ya que no confían en él y se le ve como un Caballo de Troya del priismo, en específico de Peña Nieto


Preocupados por la trascendencia transexenal de por lo menos cuatro secretarios del gabinete morenovallista al galicista, incluido el núcleo de gobernabilidad en la Secretaría General de Gobierno y las implicaciones que ello provoca en el Maximato de Moreno Valle en Puebla que supuestamente se avecina, los observadores de la política aldeana deberían entender que ese supuesto Maximato depende de una sola hipótesis: cuan lejano o cercano está Moreno Valle de la candidatura presidencial del PAN.

 

Como lo advertimos en este espacio, el gobernador todavía en funciones ha evitado la agonía del fin del poder sexenal con dos recursos futuristas: su participación en la carrera presidencial del PAN y la implantación de Martha Erika Alonso como candidata a Casa Puebla en 2018. Este maquillaje, por lo menos a ojos de sus comparsas, le ha evitado quedar desnudo como lo que es: un ex gobernador a partir del 1 de febrero. Nada más y nada menos.

 

El maquillaje futurista de la carrera presidencial tiene como objetivo acotar a Gali en su toma de decisiones, ya que deposita la dirección de Puebla en las decisiones que tome el jefe político del grupo, que en efecto es Moreno Valle y que supuestamente se ha colado entre los grandes de la política nacional.

 

La hipótesis, sin embargo, choca con los hechos: por más porras que se lanzaron en el VI informe, tanta enjundia y viáticos no se reflejaron en capacidad de convocatoria. Salvo por dieciocho gobernadores y el propio presidente del PAN, Ricardo Anaya, ningún personaje de peso acudió a San José Chiapa, excepto operadores ‘pipitilla’ de algunos estados. No vino el presidente nacional del CCE, ni dueños de medios nacionales, ni periodistas, ni nadie.

 

Esa soledad tuvo reflejo una semana después en la instalación de la Asamblea Nacional del PAN, instancia máxima del partido a la que Moreno Valle decidió no asistir, con lo que perdió por default con Ricardo Anaya y Margarita Zavala, quienes aprovecharon el acto para demostrar su fuerza, tomarse selfies y convivir con sus simpatizantes.

 

Incapaz de competir en un escenario abierto, temeroso de una emboscada, Moreno Valle prefirió esconderse y mandar a la batalla al minúsculo contingente poblano encabezado por Martha Erika. Contingente que fue ignorado en lo político y borrado en lo mediático. Si el pastor no estaba, ¿qué iban a poder hacer las ovejas?

 

Fuera de las porras locales, Moreno Valle se encuentra lejos, lejísimos de la candidatura presidencial del PAN como demostró su ausencia en la Asamblea Nacional. No es el único dato preocupante. Pese a presidir la Comisión Política del partido, el gobernador poblano ha sido prácticamente borrado de todas las decisiones importantes ya que no confían en él y se le ve como un Caballo de Troya del priismo, en específico de Peña Nieto.

 

La designación de Josefina Vázquez Mota como candidata del Edomex indica que el PAN va por un lado y Moreno Valle por otro. No sólo se trata del largo historial de aborrecimiento entre la ex titular de la SEP y el gobernador, sino que éste tenía como misión imponer a Ulises Ramírez, el menos competitivo de los aspirantes panistas en el Edomex. Su gallo, incapaz de reventar el consenso depositado en Vázquez Mota, ahora tratará de reventarlo jurídicamente acudiendo al TEPJF, fortaleciendo la idea que Moreno Valle no trabaja para su partido, sino para el PRI.

 

La conclusión es sencilla: entre más cerca esté Moreno Valle de la candidatura presidencial, más control tratará de ejercer sobre Puebla para hacer realidad el Maximato. Y entre más lejos esté, Gali tendrá la autoridad para rechazar peticiones absurdas o tolerar intromisiones abusivas.

 

La otra hipótesis futurista con la que el gobernador trata de maquillar su agonía sexenal, la implantación de Martha Erika como candidata al 2018, en realidad depende de diversas variables, siendo la primera el mantenimiento del prestigio del apellido Moreno Valle y su valor electoral. En efecto: todas las encuestas de posicionamiento señalan a Martha Erika Alonso de Moreno Valle. ¿Tendrá la misma potencia el Martha Erika a secas?

 

Pero incluso si en el PAN nacional prospera la idea de alejar a Moreno Valle de las decisiones de su partido, ¿no sería lo más conveniente cortar el maximato y la designación de su esposa?

 

 

Los hechos, no las porras, indican que este es el momento en que Rafael Moreno Valle está más alejando de la candidatura presidencial, para tranquilidad de los tonygalicistas. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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