Una sombra oscura se cierne sobre el morenovallismo: la posibilidad de que en 2018 la designación de candidatos a gobernador y alcalde de la capital sean atraídos por el CEN panista en uso de sus facultades estatutarias.
Así, directa, es la amenaza que Ricardo Anaya ya le envió a Rafael Moreno Valle para alinear sus intereses en el Estado de México: si sabotea a Josefina Vázquez Mota a través de su operador Ulises Ramírez, Martha Erika Alonso puede despedirse de su candidatura a Casa Puebla pues habrá una designación nacional.
Entre las condiciones para asumir la candidatura, Vázquez Mota puso como uno de sus puntos específicos la muy posible traición del ex gobernador poblano para ayudar a los intereses de Peña Nieto y, por ende, la necesidad de frenarlo.
Una parte de la estrategia de contención es colocar a Eduardo Rivera Pérez como coordinador de campaña, un hecho que todavía no ocurre pero ya se rumora. La ex titular de Educación sabe que Lalo le es fiel, pero también enemigo a muerte a Moreno Valle. El cancerbero perfecto de sus intereses.
Pero un plan mayor está en marcha. Si Vázquez Mota triunfa en el Estado de México y se convierte en gobernadora, tendrá la fuerza suficiente para llevar a Lalito Rivera a la candidatura a Casa Puebla por muchas irregularidades que se le documenten.
Por ello, para Moreno Valle, es imperativo que Josefina Vázquez Mota no triunfe en el Estado de México, y sí lo hagan sus amigos del PRI representados por Alfredo del Mazo Maza.
Pero operar en favor del tricolor puede terminar de dinamitar su difícil relación con la dirigencia de Ricardo Anaya, dándole el pretexto que el queretano necesita para intervenir en los asuntos del PAN poblano a través de dos hipótesis: la atracción de la designación de candidatos en uso de facultades estatutarias, y en caso extremo, la desaparición del Comité Directivo Estatal para sustituirlo por una delegación designada desde el CEN.
Sí: declarar inexistente la dirigencia de Giles y Martha Erika para sustituirla por un enviado directo de Anaya.
El queretano no juega porque sus medidas extremas estarían avaladas, además de su propio grupo dominante al interior del CEN, por Margarita Zavala y Josefina Vázquez Mota, quien ve cerca la posibilidad de cobrar los agravios mutuos que vienen de antes de la campaña presidencial de 2012, pero se acentuaron en ésta cuando el aparato poblano decidió operar en favor de Peña Nieto.
En el lance del Estado de México, Moreno Valle va a quedar mal con Dios o con el Diablo.
Si decidiera ausentarse del proceso para navegar de muertito rumbo al 2018, evitando dar de pretextos a Ricardo Anaya o a Josefina Vázquez Mota, sus amigos priistas del Estado de México se lo van a reclamar.
Y si las amenazas de Anaya le valen madre, por lo que apoyará con todo la victoria de Alfredo del Mazo Maza y del PRI, deberá prepararse para la batalla campal a fin de impedir la candidatura de Martha Erika a través de la designación directa del CEN.
En última instancia, y como la peor de las pesadillas, con el consenso de Margarita Zavala, Josefina, Santiago Creel, podría designar a Eduardo Rivera Pérez como candidato a la gubernatura, dejando a Martha Erika Alonso la alcaldía.
Los días de la ex gubernatura cada vez se ponen más complejos y lo que parecía imposible, hoy se ha convertido en un escenario realista.