Tan debilitado está Rafael Moreno Valle en la ruta para colocar a su esposa como gobernadora que, contra su costumbre, ha decidido sostenerse tanto en el carismático gobernador Gali como en el casi encarcelado ex edil Eduardo Rivera. Compartir posiciones, poder, como garantía de que todos los grupos aporten votos para encumbrar a Martha Erika Alonso como aval de impunidad y presupuesto para el proyecto 2024.
El ex gobernador es experto en lo que llama “alinear incentivos”. Así debe entenderse el compromiso recobrado de postular a Antonio Gali López como la primera fórmula al Senado. Compromiso ‘recuperado’ porque ya se había olvidado: por meses no se habló del tema en las mesas de negociación hasta que llegaron las últimas encuestas que muestran el rechazo de dos de cada tres poblanos a la imposición de la esposa de Moreno Valle en Casa Puebla.
Así que es hora de hacer virtud de la oportunidad. No hay mejor forma de involucrar al papá en el resultado electoral, de “alinear incentivos”, si la familia está en la boleta atentos al apotegma de que duele más el cuero que la camisa. Por si fuera poco, la familia Gali tendrá el incentivo de aplastar a Jorge Estefan Chidiac, el aborrecido concuño.
Con tanta pléyade de intereses buscando colarse al Senado, Estefan Chidiac lo tiene difícil para entrar en los primeros diez lugares de la lista nacional. Así que su camino natural es la primera fórmula al Senado acompañado por Soraya Córdoba de Antorcha (a los que calificó de asesinos). Dicho camino ya era cuesta arriba sin el PANAL y el PVEM.
Pero ahora es peor: tendrá que enfrentar a un sobrino que lo aborrece por fracturar a su familia –Tony Jr– y también a su ex coequipero Alejandro Armenta, coordinador de la campaña blanquista y quien desde hace meses trabaja para arrebatarle al tricolor liderazgos regionales. Todo se resolvería sencillamente si no existiera Morena, pero ahora Estefan tendrá que enfrentar la campaña de su vida con el interés de su familia política de liquidarlo.
El caso de Eduardo Rivera como suma al morenovallismo es aún más paradójico porque ofrecerle la alcaldía es un reconocimiento al trabajo infructuoso que hizo todo el grupo para hundirlo. Un premio a su supervivencia. De acuerdo con las encuestas en poder del ex gobernador, si Rivera Pérez se la juega con Morena, prácticamente Martha Erika tendría que despedirse de Casa Puebla. De ese tamaño es el valor del ex alcalde en el tablero.
Moreno Valle está dispuesto a sacrificar a Luis Banck y Aguilar Chedraui, pero Lalo Rivera aún no acepta la nueva oferta de vida política que, además, le traería el fin a la pesadilla de persecución. Mejor dicho, el oficio de memoria lo hace dudar: ya vivió un infierno de tres años que incluyó persecución jurídica y desprestigio mediático. ¿Va a volver a meterse en la misma trampa?
No es que se haga del rogar. Para aceptar vivir el mismo infierno, Eduardo Rivera pide más garantías además de la cancelación del proceso jurídico que le siguen por su cuenta pública 2013. De entrada, lo mínimo e indispensable: mayoría en la planilla de incondicionales para evitar que se los compren otra vez. Y claro, también diputaciones para defenderse en caso de que le apliquen la misma receta.
Por supuesto, ofrecer la alcaldía es una zanahoria para evitar que Lalo Rivera pelee la candidatura a gubernatura. Y se trata de una estrategia plenamente morenovallista que no encuentra su origen en Ricardo Anaya, ya que el candidato presidencial no confía totalmente en el ex alcalde por su vinculación con Margarita Zavala y Felipe Calderón. Así que la decisión de cepillar tanto a Banck como a Aguilar Chedraui es del ex gobernador y de nadie más. Así de frágil se ve el morenovallismo.
En este paquete de incentivos todavía se ignora qué gana Ricardo Anaya, quien habría acabado enredado en la trampa armada por Rafael Moreno Valle apoyado por ‘Los Chuchos’ y Dante Delgado. Quizá por eso se le notó incómodo en el recinto, donde si no recibió desaire, tampoco respaldo en la carrera. Su disgusto fue evidente.
Todo parece alineado, pero falta confianza entre los actores. No hay fecha todavía para la emisión de la convocatoria y las mesas de negociación para sellar el paquete continúan. La gran pregunta para Anaya es ¿Todas las concesiones al morenovallismo son suficientes para garantizar una excelente votación en Puebla o al final todo terminará igual que en el Estado de México?: un gran perdedor y unos medios ganadores.
La otra opción es romper la liga, pero entonces entraría en acción el Plan B: Martha Erika postulada por todos menos por el PAN. Anaya, sí, luce arrinconado porque no tiene opciones competitivas.