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Jueves, 02 Febrero 2017 03:54

Con la bala de la deuda, inició la comezón del séptimo año del morenovallismo

Con la bala de la deuda, inició la comezón del séptimo año del morenovallismo Escrito Por :   Arturo Rueda

En su día, la generosidad de Tony fue inmensa con Rafa. Le compartió parte de su brillo, a riesgo de hacer crecer el fantasma del maximato. Hermoso y dramático será el séptimo año del morenovallismo. Sí, el de la comezón.


 

—CRÓNICA—

No se acababa de ir Rafa ni de sentarse Tony cuando una mano oscura dio muestra de cómo será el séptimo año de Moreno Valle y el primero de Gali.

 

La portada de Reforma, confirmando a nivel nacional la deuda de 23 mil millones de pesos, más la columna de Ricardo Alemán en Milenio comparando al ahora ex gobernador con Humberto Moreira, estrellaron la última aparición pública de Rafael y el debut de Antonio Gali.

 

Varios reporteros montaron una cacería sobre el aspirante presidencial, y segundos antes de abordar la camioneta que lo llevaría a su residencia particular en Las Fuentes, Moreno Valle se vio obligado a contestar al corresponsal de Reforma y a otros más que corrieron en la persecución.

 

—Están equivocados, la deuda está muy clara pero siguen haciendo publicaciones erróneas, se enviará la carta aclaratoria, dijo en evidente tono de enfado antes de recibir su último, ultimísimo abrazo de despedida de brazo de Flores Toledano, el magistrado presidente del TSJ.

 

La bala rebotó y le dio de paso al nuevo gobierno, pues Sánchez Kobashi, recién designado titular de Finanzas, dijo que en próximos días van a aclarar todo, imponiendo una obligación a Antonio Gali que no quería ni necesitaba.

 

¿Así será el primer año de Gali?

 

¿Apagando los fuegos que en su momento no quiso apagar Moreno Valle?

 

****

 

A nadie, ni en sus peores pesadillas, se le hubiera ocurrido que Piña Olaya presidiera la toma de protesta de Manuel Bartlett.

 

O que Manuel Bartlett presidiera la toma de protesta de Melquiades Morales Flores.

 

O que Melquiades Morales Flores presidiera la toma de protesta de Mario Marín.

 

O, válgame Dios, que Mario Marín presidiera la toma de protesta de Moreno Valle.

 

Y a nadie se le hubiera ocurrido porque muerto el Rey, viva el Rey.

 

Terminada su guardia, el lugar de los ex gobernadores es el cementerio de los elefantes, la primera fila en el sillerío de los invitados, el lugar que se ganan por sus servicios prestados al Estado.

 

Pero ayer, el protocolo de la sesión solemne fue alterado para colocar a Moreno Valle en el presídium, ya en su calidad de ex gobernador, ciudadano de a pie, y sin presidir o representar a alguno de los tres poderes.

 

Fue muy raro y punto a favor de los que se abonan a la teoría del maximato según la cual Gali es un administrador de la silla por los próximos 22 meses.

 

Ese mensaje, sin embargo, chocó con la realidad política del reacomodo.

 

Si hacemos caso a Frank Underwood, el zoon politikon de House of Cards, todo en la política tiene que ver con el lugar que te asignan, qué tan cerca o lejos te acomodan del poder.

 

Visto con esa perspectiva, en el acomodo de las sillas están los auténticos reacomodos.

 

Eukid Castañón dejó la primera fila, donde invariablemente era sentado en el sexenio que recién terminó, para irse a la tercera.

 

Algo parecido le pasó a los papás de Rafa: de su sempiterna primera fila ahora fueron ubicados hasta la cuarta.

 

Y qué decir de Cabalán Macari, uno de los favoritos sexenales del morenovallismo, que ahora fue arrumbado hasta la sexta fila acompañado de Diego Corona y Jesús Rodríguez Almeida. Ninguno de los tres alcanzó continuidad.

 

Las sanas costumbres del poder ubicaron en primera fila a sus papás, quienes atestiguaron el vertiginoso viaje de Gali de los escenarios del karaoke a los escenarios de la política.

 

También en primera fila los hermanos Tony, Eddy y Dinorah, acompañados de sus respectivas parejas.

 

Fernando Manzanilla, el morenovallista arrepentido, en tercera fila.

 

Y sí, Martha Erika en segunda fila.

 

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La sucesora por anticipado de Gali Fayad, también esposa de Moreno Valle, Martha Erika fue ubicada en segunda fila junto al líder nacional del PAN. Pese a la vecindad, con Ricardo Anaya, cruzó escasas palabras a lo largo del acto protocolario.

 

Que entre Martha y Anaya nomás no hay química, se vio a leguas de distancia.

 

El discurso de Gali Fayad fue una bocanada de aire fresco: pluralidad, ataque a los chupaductos, combate a los feminicidios, respeto a los derechos humanos, obras para el interior del estado.

 

La inauguración de un nuevo estilo de gobernar, siempre pendiente que la tarea solo abarca 22 meses.

 

Palabras, discursos pronunciados teniendo detrás, como supervisor a su predecesor en el cargo, aspirante presidencial, mandón de maximato.

 

Fue el día de Tony, pero también el día de Rafa, y claro, el día del fantasma de la deuda de 34 mil millones y lo que se vaya acumulando en las próximas semanas.

 

Terminado el protocolo, Tony se fue al tradicional ‘besamanos’ en el vestíbulo del Parque Metropolitano y Rafael se encerró a dialogar con Rosario Robles por más de media hora, custodiados por Diódoro Carrasco y Juan Carlos Lastiri.

 

Antes de eso, Martha y Dinorah se habían abrazado cariñosamente, mientras muchos de los nuevos secretarios repartían abrazos y citas para próximos encuentros.

 

Nervioso Chucho Morales ante la magnitud del reto que se avecina.

 

Exultante, Gerardo Islas silenció a los críticos que no le daban boleto transexenal.

 

Discreta, Arely Sánchez, poco acostumbrada al roce político y al apapacho.

 

El besamanos de Gali duró apenas un par de horas, pues ante la cancelación de la comida de festejo por razones de austeridad, la burocracia dorada y de medio pelo fue enviada a las dependencias a la espera de los reacomodos inminentes en la administración.

 

En su día, la generosidad de Tony fue inmensa con Rafa, pues le compartió parte de su brillo a riesgo de hacer crecer el fantasma del maximato.

 

A cambio, Moreno Valle le deja una herencia maldita: explicar cómo la deuda que nunca creció arriba de los 9 mil millones, en realidad sí creció arriba de los 20 mil millones.

 

La bala de Reforma y Ricardo Alemán puede matar a más de uno.

 

Hermoso y dramático será el séptimo año del morenovallismo.

 

Sí, el de la comezón. 

 

 

 

 

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