Ante dieciocho gobernadores, Moreno Valle reveló la fórmula mágica para hacer tanta obra sin pedir un solo peso prestado durante su VI informe. Seguramente los trece ausentes deben haberse lamentado por perder tremenda cátedra.
De acuerdo con el gobernador agonizante, todo se explica así: superávit fiscal + disminución del gasto corriente + incremento de los ingresos propios. ¿Cómo se organiza esta fórmula de la prosperidad?
En un resumen muy sencillo: a lo largo de su sexenio, Moreno Valle ejerció la friolera de 453 mil millones de pesos, es decir, casi medio billón de pesos, un monto histórico que ni siquiera juntando los recursos que tuvieron los cuatro ex gobernadores en los últimos 22 años pueden igualarse.
No hay punto de comparación con los montos que recibieron los cuatro ex gobernadores.
Mario Marín, en su sexenio, ejerció 263 mil 500 millones de pesos.
Melquiades Morales Flores un monto de 138 mil 500 millones de pesos.
Manuel Bartlett, pese a su gran proyecto de obras, apenas gastó 36 mil millones —lo que se gasta Moreno Valle en un cuatrimestre—.
Y Mariano Piña Olaya no llega ni a los 5 mil millones.
Sí, la administración de Moreno Valle tuvo dinero a manos llenas y el grueso de ese dinero provino de la mano de Peña Nieto y Luis Videgaray, quienes le entregaron en los últimos cuatro años —la presidencia del mexiquense— 328 mil millones, en promedio 82 mil millones anuales con los que tuvo para ejecutar sus obras más insignes y ambiciosas, así como para ganar los procesos electorales del 2013 y 2016.
Tanto dinero llegó de la Federación que con el 15 % de esos 453 mil millones, ejecutó su ambicioso programa de obra que resaltó en su VI informe por 72 mil millones de pesos.
¿Hizo Moreno Valle más que los últimos cuatro ex gobernadores?
Claro.
Pero también recibió más dinero que ellos… y en conjunto.
Moreno Valle es el monstruo electoral que se construyó con el dinero del PRI.
¡Ya se sabe que las cosas buenas no se cuentan, pero cuentan mucho!