La novela de Mario Puzzo, El Padrino, es la genealogía moral de todas las organizaciones criminales: mientras que el poder político se disputa con votos e instituciones, el poder criminal lo hace a balazos. Los líderes agotan su longevidad y fuerza, y antes o después de su muerte, entre los herederos —que incluyen a la familia y jefes pistoleros— comienzan a disputarse los territorios, negocios y el dinero, de tal forma que sólo el más fuerte sobrevive o se llega a una pax para fraccionar el negocio.
Sucede así en El Padrino cuando tras el atentado a Vito el poder de la familia Corleone entra en decadencia, y en medio de la disputa con las otras familias, Sonny es acribillado y Michael exiliado a Sicilia. Sólo después que Vito le entrega el dominio y designa nuevo padrino, Michael podrá reconstruir el poder de la famiglia y ejecutar la vendetta contra sus enemigos.
Un guion semejante configura la muerte de Meztli Sarabia que sacudió a Puebla el jueves pasado. A semejanza de la obra de Puzzo, en el seno de la UPVA ‘28 de octubre’ se vive un conflicto pre mortem al fundador de la organización, aquejado por el mal de la diabetes agravado por su estancia en prisión. Entre los herederos de Rubén Sarabia ya hay pleito abierto por el control del mercado Hidalgo y sus fabulosas ganancias, una vez que sus malquerientes dicen que no le queda mucho de vida.
Porque aunque los ideales de la UPVA ‘28 de Octubre’ en su origen hayan sido muy nobles, hoy es un espacio de interés que genera dinero. Mucho dinero que surge, además, de actividades ilegales y otras francamente criminales. El cobro de cuotas y el manejo de la organización como grupo de presión y narcomenudeo al interior del mercado le abren al apetito a cualquiera que conozca el funcionamiento interno de la organización y las ganancias.
Así que la batalla por la sucesión de Rubén Sarabia no inició el jueves con el homicidio de Meztli, pero es su primera manifestación pública, según las investigaciones en proceso de la Fiscalía General del Estado, que pronto serán dadas a conocer.
El pleito es familiar, y previo a la ejecución hubo un estallido interno. En un bando, Rita Amador y los hijos de ‘Simitrio’. En el otro, lo que podríamos llamar de forma eufemística ‘El Brazo Armado’, es decir, los ejecutores del poder real de la organización. Madrinas, cobradores y pistoleros, pues.
El cabecilla de este Brazo Armado de la UPVA ‘28 de Octubre’ —cuyo nombre no puede revelarse para no afectar el proceso de investigación— contrató a los sicarios que atacaron el jueves por la mañana las oficinas administrativas de la organización y les dieron toda la información de cómo y cuándo atacar sin ser capturados por la propia gente del mercado Hidalgo, además sabían que muchos miembros de la organización se moverían a Ciudad Judicial por la audiencia de uno de los hijos presos.
Este cabecilla golpeó a quien no ejercía funciones públicas en la UPVA, pero tenía influencia decisiva ya que Meztli no aparecía en las ruedas de prensa o las manifestaciones, sin embargo manejaba el dinero en su papel de tesorera.
‘Simitrio’ sabe que no fue el gobierno, ya que en la interlocución fluida que tiene con Tony Gali le permitió recibir el beneficio de la prisión domiciliaria, algo que Moreno Valle le negó. Después del homicidio perpetrado por los sicarios y las declaraciones tronantes del ‘crimen de Estado’, ‘Simitrio’ solicitó que los dos hermanos presos recibieran permiso para salir de San Miguel para acudir al velorio y sepelio de Meztli. A cambio, ofreció modificar su tono beligerante.
Ahora, la UPVA ‘28 de Octubre’ ya sabe quién ordeno la muerte de Meztli y por qué, pero mantiene su tono retador en contra del gobierno de Gali como mecanismo de presión, debido a que buscan que la Fiscalía se encargue de deshacerse de los enemigos de ‘Simitrio’ y su familia.
Esta intrahistoria del crimen de Meztli Sarabia no libra a la Fiscalía ni al gobierno de Gali, de la percepción que la inseguridad en Puebla está fuera de control. El pleito al interior de la UPVA ‘28 de Octubre’ y su resolución a balazos no libera de la responsabilidad a Víctor Carrancá de detener a los perpetradores, y no modifica ninguno de los escenarios de desorden que vive el gobierno de Puebla, la mitad dedicado a promocionar a Moreno Valle y la otra mitad a trabajar para el interés de los poblanos.
En resumen, Puzzo podría escribir un ‘Padrino región 4’ con Rubén Sarabia y la herencia maldita de la ‘28 de octubre’. La violencia en todo caso va a escalar hasta que los rivales internos cedan en tratar de destronar a ‘Los Sarabia’, pero puede volverse peor si las organizaciones externas; como la Doroteo Arango deciden abrir fuego aprovechando la debilidad de la familia. Lo peor, en cualquier caso, está por venir.