Es difícil gobernar Puebla cuando la mitad de la administración prioriza la protección a la carrera presidencial de Moreno Valle y la otra atiende los problemas, y de esos, unos cuantos sufren psicopatías propias del egocentrismo.
Qué difícil papel el del Antonio Gali Fayad: conciliar tantos intereses presentes, futuros, cuidar expedientes, rebajar belicosidades, atender psicopatías, blindar su propio nombre y sobre todo, darle resultados en muy corto tiempo a los más de seis millones de poblanos que viven una realidad tan diferente a la de los políticos.
El asalto a la Ruta 68, prácticamente transmitido en live gracias a la herramienta de Facebook, y la posterior reacción de los propios asaltados dando a conocer las fotografías de los ‘raterillos’, provocaron un furor mediático pocas veces visto en Puebla sólo similar al de los saqueos de principio de año.
No sólo es que hay más delincuentes en las calles de Puebla gracias al Nuevo Sistema de Justicia Penal.
No sólo es que esos delincuentes han provocado una ola de violencia inusitada que ya se llevó una primera cabeza, la de Alejandro Santizo, que se había sostenido en la SSPTM pese al incremento de la incidencia delictiva.
El problema es que la ola de violencia es más visible que nunca gracias a las redes sociales. Ahora se pueden transmitir asaltos en vivo, como el ocurrido en la Ruta 68 gracias a Facebook y al teléfono inteligente que se cayó a uno de los asaltantes, y ubicar en cuestión de minutos a toda la pandilla que subió al microbús.
Ahora, con cámaras de seguridad económicas relativamente al alcance de todos, cualquiera graba un asalto con lujo de violencia, como los ocurridos en San Manuel o la colonia Universidades contra estudiantes de la BUAP, y lo exhibe en las redes.
Pero ante toda esa esa evidencia mediática que se acumula, fotografías o videos, el gobierno no reacciona. Se queda pasmado y deja sola a la sociedad, inerte, sin respuesta institucional. Gracias a la tecnología, la sociedad va uno o dos pasos adelante del gobierno.
Nadie, ni ‘Chucho’ Morales ni el recién estrenado Manuel Alonso, ni ninguna institución, reaccionó al video del asalto a la Ruta 68, ni fue a la búsqueda de los supuestos responsables identificados gracias al celular que dejó caer uno de los asaltantes.
Heridos y encabronados las víctimas se dieron vuelo publicando hasta los domicilios y familiares de los supuestos ‘raterillos’.
Todos en los gobiernos estatal y municipal se quedaron pasmados mientras en redes sociales se desplegaba un linchamiento pocas veces visto en la historia de Puebla.
Por su semejanza física, parecido con la foto de uno de los supuestos asaltantes, comenzó a recibir amenazas a su cuenta de Facebook. Su mamá lo instó a denunciar en la Policía Cibernética, y de ahí lo canalizaron a la Fiscalía General a fin de presentar una denuncia quién sabe por qué delito.
A nadie, sin embargo, se le ocurrió detenerlo para investigar si en realidad forma parte de una banda de asaltantes del transporte público. Entró y salió como un taquero inocente.
Mientras tanto, otro grupo de poblanos creó en Facebook un evento singular: una invitación para el próximo jueves a las 20 horas ir a linchar a uno de los supuestos rateros de la Ruta 68 a su supuesto domicilio en la colonia Lomas del 5 de mayo.
Tremendo por todos lados, pero ninguna respuesta de la autoridad que no sabe qué hacer.
Y se entiende:
Gali haciendo equilibrios entre el pasado, el presente y el futuro.
Banck pensando más en la gubernatura porque repetir en la alcaldía se ve difícil.
La mitad del gabinete viajando a otros estados a fin de ‘operar’ para el ex gobernador.
‘Chucho’ Morales priorizando al Triángulo Rojo porque en el sexenio anterior nadie lo hizo.
Manuel Alonso recibiendo una SSPTM en calidad de bazofia.
Diódoro Carrasco echando un ojo al gato y otro al garabato.
Y por último, Lozano haciendo su debut como entrevistador oficialista más postrado que Carlos Martín y Canales juntos.
Mientras, que los poblanos asaltados en la Ruta 68 se jodan, y los asaltantes siguen su juerga porque nadie los busca. Y el que se amarra el dedo, sale caminando de la Fiscalía.
Así está cabrón.
Que nadie se sorprenda si el próximo jueves, a las 20 horas, unos supuestos justicieros llegan a la supuesta casa de un supuesto asaltante de la Ruta 68 y hacen un supuesto linchamiento.