El senador poblano, Javier Lozano Alarcón rechazó tajantemente renunciar a la mitad de su salario en pro de la estabilidad económica del país, ya que de hacerlo –dijo– tendría que ponerse a robar para poder vivir, puesto que él vive de su sueldo. “No, no porque yo vivo de esto, esa demagogia de decir con mucho gusto doy la mitad de mi salario ¿y luego a robar o qué?”.

El panista se dijo a favor de implementar un plan de austeridad para reducir hasta en un 50 por ciento el gasto en servicios personales del Congreso de la Unión, definiendo a la “administración pública es obesa”. Al ser cuestionado sobre si está dispuesto a sacrificar la mitad de su salario, Lozano Alarcón contestó con un contundente ‘no’.

En su defensa, dijo que existen muchas prestaciones que reciben los 500 diputados federales y los 128 senadores, las cuales podrían ser eliminadas, como vales de gasolina, seguros de gastos médicos, apoyo para viajes, entre otros.

“Estoy convencido que tenemos mucho margen para reducir el gasto en ambas Cámaras pero hay que ver sin demagogia dónde está ese margen. Hay muchas prestaciones que se podrían eliminar como vales de gasolina, podríamos disminuir muchísimo los viajes al extranjero y tampoco pasaría nada”, sostuvo.

Aunque se dijo no estar dispuesto a ceder la mitad de su salario como funcionario público, Javier Lozano aplaudió la decisión del alcalde capitalino Luis Banck Serrato de suspender temporalmente la puesta en marcha tanto de los parquímetros, como de las fotomultas en la zona del Centro Histórico de Puebla; así como la determinación del Instituto Nacional Electoral (INE) de frenar la construcción de sus nuevas oficinas y de renunciar a los gastos personales.

“Lo que debemos entender es que en estos momentos, luego del gasolinazo, los incrementos en los energéticos y en algunos de los productos de la canasta básica, los gobiernos debemos tener sensibilidad”, concluyó Javier Lozano.