Viernes, 17 de Mayo del 2024
Indicador Político

El PRI asistirá hoy a su 91 aniversario de fundación y 92 años de su concepción no sólo con la base político-electoral más baja, sino con evidencias recientes de que Morena ya le quitó sectores, militantes y bases beneficiarias de programas sociales.

A menos de una semana de la huelga de mujeres, la respuesta gubernamental se ha asentado en la calificación ideológica del feminismo. Y es paradójico que la derecha antifeminista se haya apoderado de la agenda feminista y el centro-populismo se haya quedado con la agenda machista, cuando en la práctica era al revés.

Los pasos del embajador estadounidense Christopher Landau siguen las huellas del embajador John Gavin (1981-1986): inmiscuirse en Mexico para construir una alianza conservadora con miras a elecciones presidenciales mexicanas, (Gavin en 1988 y Landau en 2024).

El modelo sistémico para el primer gobierno de la 4T es el mismo que inventó el PRI en 91 años de existencia; bueno, casi. El viejo partido del Estado tuvo la propuesta de saltar el paradigma del liderazgo carismático y construir una estructura basada en el partido como el espacio oscuro en cuyo seno se dirimían poderes y conflictos. Morena está decidiendo si es un partido sistémico o una rémora del presidencialismo carismático.

El embajador estadunidense de Donald Trump en México, Christopher Landau, ha decidido archivar en su escritorio las sonrisas y sus paseos turísticos entre chalupas y tacos para comenzar a organizar un operativo de intervención en México en temas de seguridad.

La crisis política provocada por las protestas por feminicidios tiene varios elementos:

Apenas comenzado el gobierno del presidente De la Madrid, su secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, se reunió con el expresidente José López Portillo para entregarle un mensaje: se iba a organizar una persecución contra corruptos de su gobierno.

La lealtad de las fuerzas armadas el sistema político civil es el pilar de la estabilidad de la República, como parte de un proceso largo:

La movilización feminista violenta --en palabras y actos-- es una respuesta del sector femenino de la sociedad ante la falta de un cambio de mentalidad masculina. Las movilizaciones mundiales en los dos últimos años ha sido consecuencia de la ausencia de modificaciones del papel de las mujeres ante la crisis, el empleo femenino creciente, en neoliberalismo machista y el Estado masculino.

Si se revisa con frialdad la tendencia de violencia de todo tipo contra las mujeres, en realidad no es culpa del neoliberalismo que tenía muy bien precisados los roles de dependencia; el ciclo progresista liberó la actividad femenina fuera del hogar –por decisión o por masculinismo hipócrita de la izquierda– sin cambiar la mentalidad. Ahora el machismo progresista se conoce como discriminación de género.

En política, es cierto, lo más fácil es inventar el agua tibia. Para atender el gravísimo problema de los feminicidios o asesinatos de mujeres por su condición de género sólo basta aplicar con decisión y energía la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia aprobada por el congreso en diciembre de 2006 y promulgada en el Diario Oficial en febrero de 2007.

La disputa por el Instituto Nacional Electoral nada tiene que ver con la defensa de la democracia: se trata de entrar a una cuarta transformación del sistema electoral a partir del grupo dominante: Salinas-PRI liquidó la Comisión Federal Electoral de Manuel Bartlett y creó el IFE, Fox-PAN entregó el IFE a los partidos, Peña-PAN lo cambió a INE y ahora viene Morena.