El general de brigada diplomado de Estado Mayor, Raúl Gámez Segovia fue designado el sábado pasado como nuevo comandante de la 25 Zona Militar en Puebla, con la principal encomienda de hacer frente a las bandas de chupaductos que operan en el Triángulo Rojo de Puebla y que han puesto en jaque a las autoridades de todos los niveles, incluidos los militares quienes incluso han sido expulsados de diversas poblaciones.
Gámez Segovia es originario de San Luis Potosí; egresado de la Escuela Militar de la Fuerza Área y Escuela Superior de Guerra, donde se especializó en tácticas contra disturbios civiles y guerra irregular, para posteriormente ser nombrado director de la Escuela Militar de Inteligencia.
Con este perfil, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) busca frenar a las células de chupaductos infiltradas con miembros del crimen organizado, lo que ha llevado a que Puebla ocupe el primer lugar en tomas clandestinas pese a los operativos poco efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Federal Preventiva contra este delito.
En una ceremonia celebrada el pasado sábado en las instalaciones de la 25 Zona Militar de Puebla, Raúl Gámez Segovia fue nombrado como el nuevo comandante en jefe por parte del comandante de la Sexta Región Militar, Juan Manuel Rico Gámez, además de contar con la presencia del Secretario General de Gobierno (SGG), Diódoro Carrasco Altamirano.
Con experiencia en Tamaulipas y Guerrero
De acuerdo con su expediente militar, en mayo de 2014 Gámez Segovia fue nombrado como coordinador federal de Seguridad en la Zona Sur de Tamaulipas, que comprende los municipios Antiguo Morelos, Nuevo Morelos y El Mante, que colindan con una de las áreas más conflictivas por el crimen organizado por su colindancia con Veracruz.
Siete meses después, en diciembre de ese mismo año, asumió el control de la 35 Zona Militar en Guerrero, la cual tiene cobertura en la zona conocida como Tierra Caliente compuesta por los municipios Tlapa de Comonfort, Chilpancingo, Iguala, Teloloapan, Ciudad Altamirano y Arcelia.
Enfrenta acusaciones por proteger a cárteles en Guerrero
El nuevo comandante que relevará a Marco Antonio Guerrero Corona, también tiene escándalos a cuestas como el de febrero de este año cuando a través de mantas en puentes de Chilpancingo, Guerrero, lo acusaron de proteger y entrenar paramilitares para el Cártel del Sur, además de ser encomendado para sofocar la crisis contra la milicia derivada tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.