Sunday, 19 de May de 2024


La estrategia del PRI ante el 2015




Escrito por  José Zenteno
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La entrega de la semana pasada revisamos los resultados de las últimas 4 elecciones federales intermedias en las que se renueva la Cámara de Diputados. Observamos que el PRI resultó el partido que más escaños obtuvo en cada una de esas legislaturas, sin importar si gobernaba o no al país.

También observamos que cada elección tuvo sus particulares circunstancias que motivaron el voto de los ciudadanos y que desde 1997 el partido en el gobierno perdía escaños con respecto a los ganados en la elección previa. Anticipamos que el 2015 no resultará fácil para el PRI que ha vuelto al poder en medio de un escenario francamente adverso para sus pretensiones; la mala imagen del presidente de la República, los pobres resultados de la gestión federal en la economía y en la seguridad pública, un conjunto de reformas impopulares y la imagen desgastada del PRI a sus más de 80 años de existencia, son factores que estarían presentes en la mente de los electores.

 

 

El difícil tránsito que el gobierno de Enrique Peña Nieto deberá enfrentar ante la falta de resultados derivados de sus reformas estructurales, no solo podrían llevarlo a perder el control de la Cámara de Diputados en 2015, sino en poner en riesgo la sucesión presidencial en 2018. Una derrota del PRI en las próximas elecciones se traducirá en una reducción significativa de su poder en la Cámara de Diputados, lo que podría resultar en tener que conceder mayores espacios políticos a la oposición a cambio de evitar otras dificultades generadas desde el poder legislativo.

 

 

Lo que se vaya a hacer para ganar el 2015 tiene que comenzar a operarse desde este momento. Eso lo saben muy bien en el gobierno y por eso ya comenzaron a experimentar lo que será una constante de aquí a los comicios del próximo año. Analicemos lo que están cocinando.

 

 

La agenda de las últimas semanas en los medios de comunicación nacionales ha estado copada por temas favorables al interés del gobierno federal. Por un lado, la captura de “El Chapo” Guzmán y la muerte de “El Chayo” a manos de comandos de la Armada de México, buscan generar la percepción de que el gobierno cuenta con una estrategia eficaz en contra del crimen organizado. Y por otro lado, la exhibición de corrupción y graves omisiones de gobiernos panistas y perredistas por los casos de Oceanografía y de la línea 12 del metro.

 

 

Los medios especulan sobre prácticas inconfesables realizadas por la empresa Oceanografía. Sin que se hubiesen publicado los detalles de las operaciones de la empresa por parte de PEMEX, se ha dejado entrever que contó con la colaboración de funcionarios de alto nivel de las administraciones panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón para la ejecución de diversos fraudes. El efecto del tsunami mediático ya alcanzó de los dos contendientes por la dirigencia nacional del PAN, tanto Gustavo Madero como Ernesto Codero han sido vinculados con la empresa de Amado Yañez. Las consecuencias políticas ya se hicieron sentir por parte de los panistas, quienes amenazan con abandonar las negociaciones de las leyes secundarias de la reforma energética.

 

 

A Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno del DF y aspirante a una candidatura por la presidencia de la República en 2018, se le vino el mundo encima cuando el Sistema de Transporte Colectivo Metroanunció el cierre parcial de la recién inaugurada Línea 12 por problemas de compatibilidad entre los trenes y las vías instaladas. La obra multimillonaria adolece de fallas y desgaste en tramos de las vías por la utilización de trenes más pesados de los que los rieles pueden soportar. Algunos expertos opinan que la línea 12 presenta problemas de diseño y de ejecución de obra por la prisa que tenía la administración de Marcelo Ebrard de inaugurarla antes de que concluyera su mandato. Nadie sabe lo que pueda ocurrir después de las investigaciones del caso, sin embargo, la percepción ciudadana juzga que se trata de un hecho más de corrupción, y esta vez la izquierda está involucrada al más alto nivel.

 

 

Otro factor que se comenta es la división interna de los opositores al PRI. El PAN está en medio de una lucha por la dirigencia nacional en la que ambos contendientes se están debilitando ante todo el electorado, y no solo ante la militancia panista. Entre los equipos de uno y otro candidato se han registrado todo tipo de agravios que habrán de pesar a la hora de unificar al PANde cara a las próximas elecciones. En la izquierda hay dos partidos fuertes donde antes solo estaba el PRD. El inminente registro de MORENA podría significar la pulverización del voto de la izquierda y con ello la posibilidad de perder distritos donde antes el PRD era ganador, particularmente en el DF, Michoacán, Tabasco, entre otros estados.Las divisiones podrían ayudar al PRI pero no de manera definitiva. Los electores eligen por motivaciones y son lo suficientemente maduros para saber a quién otorgan su voto independientemente de si los partidos políticos están unidos o fragmentados.

 

 

El factor clave en la próxima elección será el porcentaje de participación de la lista nominal. Si como se ha observado en las elecciones de 2003 y 2009, vota menos del 45 % de los electores, el PRI con su estructura de voto duro y su capacidad de movilizar electores, podría ganar más distritos de los esperados. La historia demuestra que a menor participación electoral el PRI tiende a ganar más distritos. Es el caso del 2003 donde solo votó el 41.7 % de la lista nominal, el PRI obtuvo 9.79 millones de votos frente a los 8.19 millones del PAN, equivalentes a solo 6 % más de votos, pero en número de escaños el PRI ocupó 224 contra 151 del PAN. Los tricolores ganaron distritos y los albiazules solo ganaron votos.

 

 

Lo que el gobierno federal opera es la vieja táctica de ensuciar el escenario para ahuyentar electores; no importa que el PRI sea campeón en corrupción si su competencia también parece corrupta, no importa si el PRI es mal gobierno, su oposición tampoco sabe gobernar. Y ante la percepción ciudadana de falta de alternativas lo que ocurrirá será la abstención. Ese es el escenario que más conviene al PRI, la ausencia de electores en las urnas, y están haciendo lo necesario para conseguirlo.

 

 

En la breve de historia de las elecciones intermedias la abstención afecta más a la izquierda que al PAN. Si en 2015 el PRD y MORENA se van a disputar un reducido pastel de votos, podríamos anticipar que la gran perdedora sería la tercera en discordia, la izquierda. Nada está escrito y las cosas pueden cambiar, para eso los opositores deberían poner en marcha sus propias estrategias, aunque por el momento están demasiado ocupados en sus luchas internas.

 

 

 

 

 

 

 

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