¿Cuáles son los retos de la próxima administración municipal? Veamos.
1.De entrada lo primero que se tiene que hacer es respetar (hacer respetar) la autonomía del Municipio, y eso es una tarea que le compete –principalmente- al Presidente Municipal.
El gran reto de Antonio Gali Fayad es marcar su línea del gobernador, o para decirlo más claramente: que el Ayuntamiento NO se convierta en una dependencia más del Gobierno del Estado, esto es, que el gobernador no tenga injerencia en las decisiones del Municipio.
En el pasado reciente, Gali ejecutó las obras que le decía el gobernador, porque era su función como integrante de un gabinete. Como Secretario de Infraestructura dependía de él, hoy ya no, hoy es Presidente electo y gobernará la Capital del Estado (incluso su periodo rebasará el sexenio morenovallista, lo cual, en teoría, debería fortalecer su autonomía política), por lo tanto, su trato con el Ejecutivo deberá ser de respeto, pero de determinaciones.
Hoy Gali tiene en sus manos la posibilidad de continuar con los puentes millonarios (que no sirven de mucho) y las obras fastuosas que tanto le gustan al gobernador, o hacer obras sociales de resultados tangibles. Llevar al Ayuntamiento la política rígida de decisiones unilaterales, o hacer un gobierno de proximidad, sensible a los reclamos de la gente. He ahí la cuestión…
2.Por lo que respecta a su papel con la oposición, Gali tendrá que demostrar que puede ser un Presidente que escuche, dialogue y acepte propuestas, en vez de repetir modelos impositivos que basan su “gobernabilidad” en la coerción, la intimidación y la cooptación.
A la oposición que estará presente en el Cabildo, le corresponderá actuar con decoro, madurez e inteligencia para ayudar al Alcalde a que haga un buen gobierno, pero también para ser un contrapeso natural al poder. Se criticará con sustento (Gali tendrá que aceptar la crítica si es un demócrata); se señalarán abusos (esperemos que no los haya); se cuestionarán, analizarán, y debatirán las políticas públicas del Presidente, siempre con el ánimo de aportar y no de obstaculizar. No habrá una oposición laxa, pero tampoco necia. Los militantes del PRI y los ciudadanos no verán papeles indignos, ni actos de sumisión por parte de sus representantes, como los acontecidos en el Congreso local por parte de algunos políticos de ideología barata y de intere$e$ altos.
3.Pero sin duda el reto más importante que tendrá Gali, es con los ciudadanos. De acuerdo a los resultados de la última elección se desprende que solamente 3 de cada 10 poblanos votaron por él (de hecho es menos: sólo 2.2), es decir, que 7 de cada 10 (o sea, la mayoría) no confían o no simpatizan con su propuesta, luego entonces, será un Presidente que no goza de legitimidad, ¿cómo darle legitimidad a su gobierno? Fácil: involucrando a la gente en su gobierno. Jesús Reyes Heroles solía decir que “la gente se va a acercar al PRI en la medida en que el PRI se acerque a la gente…” algo similar puede aplicarse para la administración “tonygalista”. Si los ciudadanos son meros espectadores de las decisiones del gobierno (como hasta el momento lo han sido), seguirán con su desconfianza y desaprobación hacia a las acciones del Municipio, pero por el contrario, si Gali tiene la sensibilidad para -no sólo acercar, sino- incluir a la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones, su gobierno contará con un amplio margen de legitimidad y por ende caminará mejor. Figuras como: los presupuestos participativos, las consultas ciudadanas, las jornadas comunitarias, las asambleas populares, entre otras, son herramientas que deberá implementar Antonio Gali Fayad si de verdad quiere ser un Presidente Municipal de avanzada, y no un mero administrador de recursos del Ayuntamiento.
Él tiene la decisión en sus manos, veremos qué elige…
