La Catedral de Puebla es una de las construcciones más populares entre los poblanos, sin embargo poco se sabe cómo fue el proceso para su construcción, se trata de una arquitectura novohispana y universal, según el historiador del arte Antonio Molero Sañudo de origen español.
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— Antonio Molero Sañudo (@Antonio81863453) January 18, 2022
De acuerdo con el historiador Antonio Molero, en su libro ‘La Catedral de Puebla,’ aunque fue construida por otras manos, se trata de un producto mesoamericano del que no hay parangón y que luego se reprodujo en otros sitios, como Guadalajara.
Incluso el especialista comenzó el pasado miércoles 12 de enero un curso virtual sobre la historia de esa edificación poblana, cuya construcción fue iniciada en 1575 por el maestro extremeño Francisco Becerra, de quien fue respetado siempre el diseño original, incluso por Juan de Palafox y Mendoza, quien planteó algunas adecuaciones y consagró al recinto como catedral en 1649, sin que contara siquiera con torres ni la portada.
Antonio Molero, quien imparte este curso sobre la construcción de la Catedral de Puebla, sabe más que nadie de este templo, aprovechen. pic.twitter.com/a4HJY4J7Ac
— José Luis Escalera (@escajos) January 12, 2022
El libro ‘La Catedral de Puebla’, fue coeditado por la Universidad Autónoma de Puebla y el ayuntamiento, que será presentado el jueves 27 de enero en el ex convento de Santa Mónica, en dicha capital.
De acuerdo con el historiador del arte, quien se ha dedicado más de 10 años al estudio de la catedral poblana, en principio como tema de su tesis doctoral, tal construcción religiosa, la segunda o tercera que se plantea en suelo americano, es única desde su concepción, la cual tiene un reflejo casi canónico de las catedrales que se levantaron en España en aquella época.
Inspirada en las construcciones de Jaén y Málaga, la de Puebla está colocada no hacia la plaza mayor, sino hacia un costado, a lo que se suma que es la única, salvo el proyecto de Bramante para El Vaticano, que no se realizó, pensada desde un principio con cuatro torres, agrega.
Su exclusividad principal estriba en el factor del sincre-tismo con el mundo mesoamericano: “Su aspecto es el de la religióntriunfante, absolutamente europeo, pero en su más íntimo corazón tiene ese mestizaje con la arquitectura y los sistemas indígenas.
Sillares que tienen 13 centímetros de altura, que es un sistema de medida náhuatl, y que por eso se edificaron de 42 centímetros. Porque tres sillares antiguos, prehispánicos, más la llaga, dan 42 centímetros. Se diseñó el sillar en esa medida para aprovechar el material de derribo. Pero, más aún, no sólo para abreviar y abaratar la obra, sino, de alguna manera, para elaborar un lenguaje común con los constructores prehispánicos de la zona, que eran muy buenos.
Con infomación de: Jornada
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Redacción Diario Cambio
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