Las flores, siempre las vemos florecer principalmente en la Primavera, sin embargo, hay algunas que sólo llegan a crecer en temporadas de frío y heladas, tal como lo es la Nochebuena.
Está cada vez más cerca de llegar las fiestas decembrinas, por lo que hoy conocerán la leyenda sobre la esta bella flor tan peculiar. Sus tonos rojos, engalanan cualquier lugar dónde esté colocada.
Existe una leyenda en la que, en una población cercana a la Ciudad de Puebla y de Atlixco, así como de Cholula, se acostumbraba cada año asistir a las parroquias por las tardes todos los días de diciembre hasta el 24, ya que nacería el niño Dios y había que llevar un presente.
Al pasar el 24, la gente celebraba con júbilo, llevaban obsequios, dulces, alimentos preparados, semillas de frijol, maíz, garbanzo, juguetes, canastas de frutas, ramos de flores, etc., todo lo que quería regalarle al niño.
Sin embargo, había un niño llamado Pablo, quien vivía muy cerca de las principales parroquias, llegándose a tratar del convento de San Miguel. Este pequeño veía desde su hogar cómo los demás habitantes llevaban los regalos para Dios, pero lo embargaba una gran tristeza al vivir en la pobreza y no poder comprar el más humilde de los regalos.
Pero un día, Pablo, se introdujo al templo a escondidas para que nadie lo viera y descubriera que no llevaba ningún presente al niño Dios. El pequeño, escondido en un recóndito lugar, se hincó y empezó a orar pidiendo perdón por no llevar nada para el niñito Jesús, y lleno de sentimiento se soltó a llorar.
Al abrir sus ojos, se dio cuenta que en donde habían caído sus lágrimas, brotó una bella y enorme flor de color rojo, la cual recogió y la llevó a los pies del niño Dios.
Los habitantes que seguían yendo a dejar un regalo al niñito, se asombraban de la hermosura de aquella flor. Y al paso de los días, dicho regalo no se marchitaba, seguía mostrando una cautivadora belleza, sin embargo, a un lado de ella, caían semillas.
Estas semillas las recogía cada persona y se las llevaba para sembrarlas en su casa, logrando con ello que para el próximo año, llevaran como regalo también aquella flor, la cual fue bautizada como la flor de Noche Buena.
Pablo que siguió de cerca los acontecimientos sembró cientos de semillas y todas florecieron impresionantemente. Cada año y por las mismas fechas.
Desde entonces muchas iglesias de todo Puebla y otros estados adornan con flores de nochebuena los altares y nacimientos en las fechas decembrinas.
Pablo se volvió famoso y dejó la pobreza vendiendo las flores de nochebuena más hermosas de la región y otras flores de espectacular belleza los demás meses del año.
Información obtenida de: Lo que debes saber de Puebla
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Paola Sánchez Rodríguez
@Diario_Cambio