La aventura de la reelección sin reglas claras ni legislación aprobada marcará los comicios del 2021. La cámara de Senadores no quiso legislar a tiempo ni para la reelección de los diputados federales, ni para los locales ni tampoco los ediles. Y ese vacío legal provocará un sinfín de problemas

 

El nudo del conflicto que no quiso abordarse en 2014 en la reforma constitucional es si aquellos en funciones pueden reelegirse manteniéndose en el cargo o cumpliendo la disposición constitucional de abandonar el puesto 90 días antes de los comicios.

 

Entonces no hay ley aplicable. El INE emitirá lineamientos, igual que aquí en Puebla lo hará el IEE. Lineamientos que serán combatidos en la justicia electoral federal.

 

Uno de los principios rectores el sistema democrático es la equidad… y eso de querer reelegirse a un cargo manteniéndose en él no suena muy democrático que se diga. De hecho eso sería la definición de la inequidad.

 

Perooooo… si el titular pide licencia y se va, el problema es de gobernabilidad, pues suponiendo que titular y suplente pueden ir a la reelección… quién se quedaría en la curul y quién se quedaría gobernando el ayuntamiento si toda la planilla se va, esto es, edil, regidores y síndico.

 

Tremendo lío: equidad en el proceso electoral vs gobernabilidad.

 

Esa gobernabilidad tiene que analizarse en muchos niveles que solamente pueden entenderse en ciertos casos prácticos.

 

Suponiendo que todo San Lázaro, los 500 diputados federales, quisieran reelegirse y tuvieran que pedir licencia -como establecen los lineamientos del INE que todavía no han sido votados por el Consejo General-, pues entrarían sus suplentes.

 

Pero si los suplentes se van también -porque así es su derecho-, en teoría todas las curules quedarán vacantes. Esto es, la Cámara de Diputados prácticamente desaparecería por un lapso de tres o cuatro meses.

 

Por supuesto, se trata de una aberración, porque la Cámara de Diputados -como órgano de representación del pueblo- no puede desaparecer ni de ejercer sus funciones. Ni siquiera por un día.

 

Lo mismo ocurre en el caso del Congreso del Estado de Puebla.

 

Pero el caso más tremendo de ingobernabilidad tiene que ver con los municipios. Ingobernabilidad pura y dura.

 

¿Cuántos de los actuales 217 alcaldes querrán buscar la reelección del próximo año? ¿Cuántos serán avalados por sus partidos?

 

Suponiendo que no sean todos, por los menos 150 sí lo intentarán con el aval de sus partidos… ¿tendrán que pedir licencia al cargo o no?

 

El Consejo General del IEE todavía no se pronuncia ni emite lineamientos, pero en sus manos se encuentra la gobernabilidad del estado. ¿Qué ocurrirá en esos 150 ayuntamientos en los que sus alcaldes tengan que solicitar licencia para volver a competir?

 

De entrada habría un problema en la definición de quién se quedará en el cargo esos 3 meses, pues ya se sabe que en los municipios eso siempre representa un problema al margen de lo que determina la Ley Orgánica Municipal en su Artículo 52 que establece como primera hipótesis que el suplente entre a ejercer el cargo.

 

¿Y si el suplente también se va a la reelección?

 

 

Pues los regidores tendrían que ponerse de acuerdo en 15 días… pero si todos ellos se fueron a la reelección qué pasará. Pues que el Congreso local determinará quién entrará a ejercer el cargo.

 

 

Pero en el Congreso podría ocurrir lo mismo… que no haya diputados suficientes porque todos se hayan ido a buscar su reelección.

 

¿En cuántos ayuntamientos habrá vacíos de poder, choques entre regidores, incapacidad para ponerse de acuerdo, alcaldes sin la mínima idea de gobierno?

 

Eso pues, si se les obliga a pedir licencia y salir del cargo durante esos 90 días… pese a que la campaña en Puebla sólo dura treinta.

 

La otra opción es que se les permita hacer campaña desde el cargo, con lo que dispondrán de recursos humanos, financieros y muebles, aunque hacer uso de ellos ya es delito electoral grave con prisión preventiva oficiosa.

 

El Consejo General del IEE tiene una papa caliente de ingobernabilidad en las manos.

 

Decida lo que decida, todo terminará en la ola de recursos que se interpondrán ante el TEPJF.