En mis pesadillas futbolísticas, una y otra vez, siempre aparece Alemania.
Mi primer recuerdo nítido unido al balompié incluye el gol anulado al Abuelo Cruz en México 1986, un Hugo Sánchez derrumbado por los calambres y un portero de apellido Schumacher que dio inicio a la maldición de los penaltis.
Luego, en Francia 98, el sueño que inició con el drible del ‘Matador’ Hernández, que se marchitó con el error grosero de Raúl Rodrigo Lara y luego murió con el cabezazo brutal de Olivier Bierhoff en el minuto 40.
Alemania es protagonista de nuestras pesadillas futbolísticas, pero no la única porque nuestro destino, unido a la fatalidad, nos hace elevarnos como Ícaro para después desplomarnos por nuestras alas de cera.
La continuación de la pesadilla de los penaltis en 1994. La humillación frente a Estados Unidos en Japón-Corea 2002. El gol imposible de Maxi Rodríguez en 2006. Otra victoria de Argentina en 2010. El “no era penal” ante Holanda en Brasil 2014.
Mi generación es la de “jugaron como nunca, perdieron como siempre”. Cosecha malograda de talentos tras cosecha malograda de talentos.
Pero ayer, un puñado de jugadores que llevan años en Europa sin mucho brillo, pero que se sostienen, más un técnico flemático que cree en el sistema Guardiola, envueltos todos en un escándalo de scorts y fiestas desenfrenadas, dijeron basta ya.
Desde el gol de Hirving Lozano en el primer tiempo fue una larga espera de la fatalidad a la que la Historia nos tiene acostumbrados. La tragedia, por una vez, no llegó.
Todos los demonios se esfumaron. No hubo error grosero. No hubo un penalti discutible. No hubo golazo extraordinario en contra. No hubo humillación. No hubo expulsión de Márquez. No hubo “jugaron como nunca, perdieron como siempre”.
Ayer, jugaron como nunca y ganaron como nunca.
Acostumbrados a la tragedia, uno no sabe qué hacer en la grandeza.
En las siguientes dos semanas vamos a vivir en una burbuja de irrealidad que no sabemos cómo afectará al proceso electoral.
Porque ninguna de nuestras desgracias sociales ha desaparecido. Ahí sigue la estela de muertos, el crimen organizado, la profunda desigualdad económica, los muertos en el transporte público, el dólar a la alza, la amenaza de Trump, el tambaleante TLC.
Pero carajo, ¡le ganamos a Alemania! ¡Le pegamos al campeón del mundo!
Y no fue un ‘chiripazo’, ni un día de suerte. México no es el burro que tocó la flauta.
De los 11 que saltaron al terreno de juego sólo dos juegan en la liga nacional y el resto lleva bastantes años en Europa, en la clase media y otros en la baja, pero casi todos ahí. Hay hasta los que dieron un paso atrás, Carlos Vela, y promesas descollantes como el goleador Lozano.
Caso aparte es el técnico Juan Carlos Osorio, técnico colombiano que aspira a ser un mini Guardiola, que llegó sin crédito y así se mantuvo hasta ayer, vilipendiado de forma unánime. Pero su método convenció a jugadores díscolos como Giovanni y a esforzados como Héctor Herrera.
Muchas cosas pueden decirse de Alemania, por ejemplo, que el equipo envejeció mal, que el técnico Joachim Löw no supo rejuvenecerlo, o que de plano ya no tienen ganas de ejecutar el juego de posiciones como lo hicieron en Brasil 2014 para ganar su cuarta Copa del Mundo.
Mi generación encontró su primer recuerdo en la Decepción Nacional de 1986 y fracasos subsecuentes. Otra generación de mexicanos tendrá el suyo con el gol de ‘Chucky’ Lozano, que en 2026, cuando alberguemos la Copa del Mundo junto con Estados Unidos y Canadá, tendrá 30 años y vivirá su máxima madurez.
¿Qué se hace con la grandeza cuando el ‘encabronamiento’ colectivo define el futuro de México dándole la Presidencia de México a López Obrador?
¿Cómo se mezclan la rabia y el orgullo?
¿Cómo afectará a las elecciones esta burbuja de optimismo que, cuando menos, llegará al cuarto partido, cuando ya haya ocurrido el primero de julio?
La verdad, hoy valen madres AMLO, Barbosa, Moreno Valle, Peña Nieto y compañía….
¡Carajo, le pegamos a Alemania, cuatro veces campeón del mundo y protagonista de nuestras pesadillas futbolísticas!
¡Que este día no se acabe nunca!