Lo de Eduardo Rivera Pérez, hasta ahora, es lo que en términos futbolísticos se conoce como una hombrada: aquello que la Real Academia de la Lengua define como una acción muy esforzada y meritoria. ¿Por qué? Porque si bien su rival por la alcaldía de Puebla es una desconocida en toda la extensión de la palabra, el primer impacto del tsunami lopezobradorista, el de más intensidad y fuerza, golpeará precisamente en la ciudad que el panista gobernó entre 2011 y 2014.
No se equivocó el morenovallismo al dar carpetazo al largo encono con Rivera Pérez y subirlo al barco de la supervivencia común. Cualquier otro candidato ya hubiera sucumbido al tsunami, con lo que hubiera comenzado a derrumbarse el proyecto de llevar a Martha Erika Alonso a Casa Puebla. La ola, sin embargo, no ha tumbado a Lalo, a quien todas las encuestas le dan una ventaja no amplia, pero sí estadística sobre Claudia Rivera.
De alguna forma, Lalo es el puntal que sostiene al morenovallismo, pues si la capital se pierde por amplio margen, el estado también caerá. Hasta el día de hoy, en la historia mínima democrática de Puebla, cuando hay elección concurrente el triunfo en gubernatura y alcaldía no se ha divorciado. Melquiades ganó con Marín en 1998. Marín y Doger en 2004. Moreno Valle y Lalo en 2010. En 2016 no hubo elección a presidente municipal.
Parece fantasioso pensar que pudiera existir una combinación Martha Erika-Claudia Rivera o Barbosa-Lalo. Los malquerientes de ambos lados quisieran esa posibilidad, pero ninguna opción. Como en el baile, que cada quien agarre su pareja.
En 2010, impulsado por la ola del cambio, Eduardo Rivera obtuvo 300 mil votos, así que se espera por lo menos que esa cantidad pueda aportar para que Martha Erika llegue al millón 100 mil. Pero así como Martha Erika tuvo que soltar lastre con Carrancá para poder avanzar, así le pasa hoy al panista, quien ‘pinta su raya’ de Luis Banck. Respetuosamente, pero ‘pinta su raya’.
“Yo te diría que se esforzó en el tema de seguridad, pero yo definitivamente voy a hacer las cosas distintas a lo que se está haciendo en el tema de seguridad (...) Yo dejé mil 650 policías y son prácticamente los mismos que vemos en la ciudad”, dijo en entrevista para Juego de Troles ayer por la noche.
El comentario, por supuesto, no le va a gustar al alcalde en funciones, quien cada semana hace un esfuerzo por evitar que las cosas se salgan de control y mantiene mesas de análisis con la Fiscalía para evitar la puerta giratoria por la que los delincuentes entran y salen. Además, diseñó un sistema con los jefes policiacos de sector para analizar detención por detención. Me consta personalmente que le dedica horas y desvelos. Pero no parece suficiente para los poblanos.
Lalo Rivera así asume ese papel complejo que le ha tocado al mismo tiempo de continuidad y ruptura. Continuidad porque, al fin y al cabo, terminó aliándose con sus enemigos morenovallistas. Ruptura, porque no es parte del morenovallismo y los poblanos esperan que se distinga así.
Sin otra dirección para romper, decidió hacerlo con Luis Banck. Quizá es puro discurso y quizá hay más cosas de fondo. Pero en los días por venir veremos cómo impactaron en Palacio Municipal los dichos de Rivera Pérez.
*** Muertos que no son estadística. Un amable lector nos escribe con relación al terrible homicidio de ‘Juany’ Maldonado. “Desde siempre lo he leído, es Usted el más enterado y un tanto apegado a la verdad. Me permito Dirigirme a Usted:
Qué pena de Doña Juana y Erika, no las conocí, pero para qué ir hasta allá si aquí en Puebla eso ocurre a diario, claro, no a candidatos. Ninguna persona decente hoy es candidato o aspira a serlo.
La semana pasada el jueves hubo un asesinato artero, lo leí en CAMBIO, mas no sabía que el muerto fue Pablo Pineda Negreros, hijo de la Lic. Paulina Negreros Castillo, gente decente, claro, no era candidato, lo asesinaron en una gasolinera asaltada, casi enfrente de su mamá, quien había necesitado entrar al baño, y ello es tan importante como lo del norte del estado.
La legislación penal actual protege y defiende a los delincuentes, no a la sociedad.
El Procurador, de quien tengo noticias es decente, no resuelve nada y eso es conocido. Claro, como ahora por su posición lo dice la Candidata y es para 8 columnas.
El patrimonio de los candidatos es obvio, si no, no serían candidatos, un político pobre, es un pobre político.
En fin, lo seguiré leyendo.
Le mando un abrazo y espero que Usted trascienda, cosa que nadie de la vida pública le interesa, hoy en día hay poca gente de prestigio, lo que le interesa a todos es el dinero.
Hasta pronto”.