Después de haber mandado a una de sus hermanas a la cárcel y a su madre al hospital, la diputada local por el noveno distrito, Sara Chilaca Martínez tomó posesión de la casa marcada con el número 301 de la 3 Poniente, luego que el juez Alejandro León Flores, liberara la orden de desalojo del inmueble que era habitado por su hermana Marisol Chilaca y su progenitora Enriqueta Martínez.
Rodeada de guaruras, comandada por su esposo Adrián Guevara, la legisladora arribó al inmueble minutos antes de las 14:00 horas del martes, a bordo de una camioneta de lujo, Suburban color plata, con placas YKT2564 del Estado de Veracruz, de la cual descendió a prisa y protegida por los hombres con la intención de no ser fotografiada por los reporteros presentes.
El ingreso de la llamada #LadyCaín a la casa que su padre, Juan Chilaca Arenas le heredó a su madre, se hizo en medio de gritos de las guaruras en contra de los reporteros, a quienes a lo lejos les exigían no tomar fotos.
Este lunes alrededor de las 13:00 horas, elementos de la Policía municipal, así como policías ministeriales y abogados de la legisladora, se apostaron frente al inmueble, presuntamente con el objetivo notificar sobre la orden de desalojo, sin embargo, al tocar el timbre por casi 10 minutos sin obtener respuesta, llamaron a un cerrajero, quien abrió el portón de color blanco.
De inmediato ingresaron todos al inmueble y al notar la presencia de este medio, cerraron el portón. Minutos después una Suburban color plata, se estacionó en medio de la calle y frente a la casa, ahí permaneció durante unos cinco minutos, mientras sonaba el claxon, para que le abrieran la puerta y pudiera descender Sara Chilaca.
Esto sucede a siete meses de la muerte del patriarca y a cinco meses que la legisladora denunciara penalmente a cinco de sus siete hermanos, por los delitos de despojo, violencia familiar y amenazas, de los cuales derivó la orden de desalojo de la casa de su madre y la detención de Araceli Chilaca.
Se quedaron en la ruina y con deudas
El pasado 6 de octubre, Araceli Chilaca Martínez, quien fue diagnosticada hace año y medio con cáncer de mama, fue detenida cuando se dirigía a la casa de su madre en la 3 Poniente 301, esto a consecuencia de la demanda que interpuso su hermana, la diputada local, en contra de ella y Yesenia, Marisol, Joselito y Fermín, a fin de dejarlos fuera de la herencia que dejó el papá.
Desde esa fecha, su madre, Enriqueta Martínez comenzó a deprimirse, dejó de comer, presentó alteraciones en su presión arterial e incluso en su corazón, motivo mediante el cual hace once días fue internada en la clínica San Pedro, ubicada en la Diagonal Defensores de la República. Una vez internada requirió acciones de cateterismo, transfusiones sanguíneas y otro tipo de tratamientos, tratamientos que costaron a los hermanos Marisol, Yesenia, Araceli, Fermín y Joselito, la cantidad de 200 mil pesos.
Tras manifestar avances en su estado de salud, doña Enriqueta fue dada de alta el fin de semana, sin embargo, la noche del lunes, el doctor se negaba a dejarla salir, ya que-trascendió- la legisladora lo sobornó y con esto impedir que su madre saliera del hospital y presenciara el desalojo de su propia casa.
Luego de insistir y de exhibir al doctor, la madre de las Chilaca fue finalmente dada de alta la noche del lunes y llevada a casa de un conocido, toda vez que les pasaron el ‘pitazo’ de la orden de desalojo, por lo que no querían exponer a la octogenaria, a otra fuerte impresión, debido a que esta vez le podría costar la vida. Es así que la señora fue reubicada a la pequeña sala de un conocido, en donde temporalmente dormirá, esto luego que su hija –la legisladora- consiguiera adueñarse de su casa.
En una breve entrevista vía telefónica, con familiares de las Chilaca, se dijeron consternados porque la legisladora haya podido ‘pagar el precio’ a las autoridades, a fin de lograr quedarse con la casa de su propia madre. Comentaron que después de toda la embestida legal de la legisladora, los cinco hermanos carecen de recursos, y se encuentran endeudados.
“No es posible que la ambición de Sara haya llegado a este límite, sacó a la señora de la casa para meter a su mantenido marido y a su soberbia hija. Afortunadamente el poder no es eterno, ni hay mal que dure cien años. Existe un Dios que todo lo ve y ella ni con su hechicería negra, que acostumbra a hacer, va a detener su castigo por ser una hija mal agradecida (…) cuando se le acabe el dinero, el mantenido de su marido la va a dejar”, advirtió una de las entrevistadas.
Comentaron que la casa ya está perdida y que Marisol, quien cumplió años el día que la desalojaron de su casa, así como Yesenia, enfrentaran el proceso en libertad, tras lograr ser amparadas por la justicia federal, sin embargo, hace días se les dictó el auto de formal prisión y tendrán que acudir a firmar cada ocho días a los juzgados de San Pedro Cholula.
Vecinos se asustaron con el dispositivo de seguridad
Al notar la presencia de elementos de la policía municipal y ministerial, así como el arribo de una camioneta de lujo y un séquito de guaruras, vecinos y comerciantes de la zona
se asustaron, pensando que se trataba de un operativo anti narco.
Un sujeto incluso, preguntó a este medio, qué sucedía, ya que había visto mucha movilización y pensaba que habría un enfrentamiento, por lo que quiso cerrar su establecimiento a fin de evitar poner en riesgo su vida y la de sus clientes.