Me imagino las caras estupefactas en el PRI: tenían información certera de que el modelo de coalición de Colima iba a replicarse en Puebla. Eso les vendieron desde la Segob y desde el CEN tricolor. El Profe Anaya va a pagar los favores de la supervivencia de su franquicia. En Nueva Alianza están agarrados de los “güevos” y no van a traicionar ni al presidente ni a Osorio Chong. Sobre esa base hicieron cálculos eloteros. PRI+PVEM+PT+PANAL dejaban, como mínimo, 44 puntos. Blanca Alcalá ya era gobernadora. Había festejo adelantado del Tío Gamboín y de los operadores de Bucareli. Moreno Valle había sido derrotado.
Pero algo se torció en el camino. El profe Anaya pagó favores, sí, pero a Moreno Valle, quien sumó al PT de última hora. Luis Castro y el maestro Juan Díaz de la Torre no se arriesgaron a torcer la postura de las secciones 23 y 51 del SNTE que ya se habían decantado por Tony Gali. Nueva Alianza se quedó en el feudo panista. Ahora la tortilla se voltea.PAN+PANAL+PT+Compromiso+PSI garantiza, cuando menos, 42 puntos. No han ganado la elección, pero se acercan, puesto que el PRI-PVEM se queda únicamente con 37. El arranque, solamente con marcas, es de 5 puntos de ventaja para Gali.
El PRI festejó en exceso la ruptura del PAN con el PRD profetizando la derrota anticipada. Los errores de los operadores como Luis Maldonado y Jorge Cruz Bermúdez llevaron al gobernador a ponerse al frente, personalmente, de las negociaciones con sus opciones restantes. En el sindicato magisterial nadie se atrevió a romper el juego de lealtades inaugurado en 2010. Resistieron en horas tensísimas que tuvieron a Gerardo Islas, además de estar al borde de la diabetes, con un pie fuera del partido.
Los desinformados priistas desinformaron, a su vez, a periodistas que le pusieron la cruz a la coalición morenovallista. Rodolfo Ruiz machacó desde la semana pasada que el domingo, en el acto de registro de Blanca Alcalá, Manlio Fabio Beltrones iba a anunciar que Nueva Alianza se la jugaba con el PRI. Ni llegó el presidente del CEN, ni se anunció ninguna coalición, ni el PANAL se la jugó con el PRI. El portal e-consulta, incluso, llegó a afirmar que un marinista distinguido llegaba como nuevo dirigente estatal en sustitución de Gerardo Islas Maldonado, a quien se le puso una cruz ficticia. Ridiculazo.
En diciembre, en este espacio le relaté y mostré fotografías del encuentro entre el profe Anaya y el gobernador poblano el 12 de noviembre del 2014, cuando el líder sempiterno del PT cabildeaba en todos los frentes posibles para lograr que el TEPJF no le quitara el registro y contabilizara los resultados de la elección extraordinaria en un distrito de Aguascalientes. Así ocurrió, y le conté que Moreno Valle fue uno de los operadores de la salvación del PT. Aquí puede leer las evidencias.
Pero el Tío Gamboín y los operadores de Bucareli enviados por Osorio Chong fueron engañados o engañadores, no se sabe, pues hasta el último momento juraron y perjuraron a Blanca que el PT, bajo el control de Beltrones, se iba a sumar a la alianza con el PRI. ¿Quién engañó a quién? ¿El profe Anaya a Gamboín, o Gamboín a Blanca?
La conformación de un frente que garantiza 42 puntos es una muy mala noticia para Blanca Alcalá que ve hundirse su barco antes de zarpar. Errores propios, fuego amigo, falta de control en la asignación de responsabilidad han provocado un pésimo arranque. No sólo son los resbalones brutales como utilizar un helicóptero cuando dos días antes los había satanizado para contrastar al morenovallismo. Los errores son de juicio político. Por ejemplo, Blanca llega a San Martín Texmelucan de la mano de Carlos Sánchez, el ex diputado federal que ya perdió en 2013 y 2015. ¿De plano no hay más opciones? ¿Ya va a dar por perdido ese distrito al apostar por un empresario desprestigiado y metido en negocios turbios?
Y qué decir de la respuesta a Lydia Cacho, una periodista respetada y respetable. “No la conozco” y “juego sucio” son respuestas tardías a muy serias acusaciones. ¿Quién está al frente de la comunicación de la senadora con licencia? ¿No que la enviada de Osorio Chong era una “chingona”?
Si no fuera porque a la campaña le quedan meses, esto parecería un nocaut. Sus aliados nacionales no le cumplieron. Su war room es una pelea callejera. El fantasma de Marín la ronda. Las traiciones quedaron evidenciadas en su acto de registro, aunque no quiera verlas. Los mismos pretextos se los van a poner el día de la elección. Lydia Cacho se le fue a la yugular. Alguien de su propio equipo la grabó trepándose al helicóptero y enviaron el video a sus enemigos. Beltrones ya retiró a todas sus piezas para salvarse del hundimiento. El tío Gamboín engañó o fue engañado.
La euforia hoy se vive en el bando morenovallista. Y tienen buenas razones. ¿Quién podrá rescatar a Blanca Alcalá? ¿Cuáles son sus armas para revertir?