Desde la Cumbre de Negocios que se lleva a cabo en Puebla, al impartir una conferencia magistral que clausurará el foro, Enrique Peña Nieto va a enviar el mensaje que tanto mexicanos como mercados esperan con ansias para definir el futuro de la relación económica y política con Donald Trump.
El espejismo de que la invitación a Los Pinos hace dos meses sirvió para tender puentes y hacer relaciones se ha confirmado: mientras que Trump ya conversó telefónicamente con varios Jefes de Estado e incluso ya acordó reuniones con varios, a Peña Nieto no le ha tomado ni la llamada.
En la misma Cumbre, José Antonio Meade lanzó el mensaje más realista de cómo han defendido desde el gobierno federal la tesis de que no va a pasar nada. El titular de Hacienda lo dijo claro: se avecinan momentos tensos y difíciles con Donald Trump, específicamente en la renegociación del TLC. Sin embargo, dijo, no pueden romperse las cadenas de valor creadas con el acuerdo comercial porque a nadie le conviene. ¿Será?
¿Cuál es el mensaje que va a lanzar Peña Nieto? ¿Aprovechará la coyuntura para mostrarse como un líder dispuesto a defender los intereses de México, así como a nuestros paisanos? ¿O simplemente continuará la idea Peregrina de que puede domar al empresario reconvertido a presidente de los EU?
Es el momento de las definiciones ya que los mercados no aguantan más. La caída frenética del peso ante el dólar se detuvo un poco ayer a la espera de mensajes y certidumbres a los actores económicos. Pero es difícil hacer planes con una personalidad tan contradictoria como la de Trump que lo mismo un día dice que el Muro en realidad podrían ser cercas, pero al otro insta a Vicente Fox ‘a pagar’ sin aceptar sus disculpas.
Aprovechando el foro, Moreno Valle lanzó ayer las propuestas de modificar la relación comercial con EU aprovechando el momento, así como buscar nuevos socios estratégicos. Mostrando su empaque de líder, pero sin caer en estridencias, definió parte de su pensamiento económico como presidenciable, además de proponer nuevas fórmulas para mejorar la seguridad, entre ellas duplicar el número de policías federales.
La definición que hoy dé Peña Nieto es primaria, pero hay otra más importante cuando en 2018 elijamos al nuevo Presidente. De los que suenan, ¿quién podría ser el mejor para enfrentar a Trump?
López Obrador ni inglés habla y Margarita Zavala lo único que provocaría al empresario serían chistes misóginos. ¿Quién en el PRI tiene experiencia para conducir una relación de este tipo y al mismo tiempo, capacidad de ganar en las urnas? Porque Videgaray tiene el primer requisito, pero no el segundo. ¿Ese hombre es José Antonio Meade?
No en balde en redes sociales circula un meme promocionando a Moreno Valle como el único capaz de frenar a Trump. ¿En verdad podría hacerlo? Por lo menos el gobernador poblano habla un correcto inglés y no daría risa en una conferencia de prensa conjunta. ¿Eso lo hace capaz de conducir la inminente renegociación del TLC?
Antes de Trump, las facciones económicas del país se desgarraban pensando en el 2018. Después de Trump, los mexicanos necesitamos un Presidente que además sea líder para enfrentar la mayor amenaza en décadas.