Monday, 20 de May de 2024

Lunes, 14 Noviembre 2016 03:01

Escasean ideas para enfrentar a Trump: la Cumbre de Negocios




Written by  Arturo Rueda

El propósito original de traer la Cumbre a Puebla era vender el desarrollo del estado como tierra ideal para las inversiones. Pero ayer, desde el arranque mismo del foro, quedó claro que se convirtió en algo más: en la sede del pensamiento económico de México para enfrentar los retos que se avecinan con el nuevo presidente de EU.


A lo largo de su sexenio, Moreno Valle peleó incansablemente por traer a Puebla la Cumbre de Negocios que lidera Miguel Alemán Velasco, quien siempre prefirió Querétaro como sede en los últimos años. Pero José Calzada Rovirosa terminó su periodo y no hubo entendimiento con el nuevo gobernador de ese estado, Pancho Domínguez. El empresario y ex gobernador de Veracruz tomó su decisión y se vino a Puebla, donde ayer comenzó la décimo cuarta edición. Y vaya timing: el momento en que inversionistas, empresarios y políticos analizan cómo mitigar el efecto Donald Trump.

 

La experiencia de la Cumbre de Negocios es invaluable. El propósito original de traerla a Puebla era vender el desarrollo del estado como tierra ideal para las inversiones ante algunos de los empresarios y directores de foros de inversión más importantes de América Latina. Pero ayer, desde el arranque mismo del foro, quedó claro que se convirtió en algo más: en la sede del pensamiento económico de México para enfrentar los retos que se avecinan con el nuevo presidente de EU.

 

Desafortunadamente, al escuchar a los grandes empresarios, queda claro que en casi todos los actores de la economía mexicana priva la incertidumbre, pero también la actitud negacionista de que Trump pueda llevar a la realidad sus agresivas promesas de campaña. Esa actitud la plasmó claramente el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, al afirmar que no es lo mismo ser res que carnicero, y que Trump no podrá hacer lo que prometió.

 

Pese a esa actitud negacionista, es claro que el Tratado de Libre Comercio -como lo conocemos desde 1994- ha llegado a su fin dado que el gobierno de Peña Nieto ha aceptado de antemano entrar a una renegociación. De forma absurda, a mi parecer, antes de que Trump tome protesta, han decidido arrodillarse en vez de defender el acuerdo comercial debido a que temen que mediante una acción ejecutiva o recurriendo a los propios mecanismos previstos en el acuerdo, pudiera abandonarlo de forma unilateral.

 

Ya sabemos por dónde va la renegociación de Trump: impedir que las automotrices que se instalaron aquí en los últimos 20 años -entre ellas Audi- se vean beneficiadas con los bajos costos. Pero el secretario de Economía de plano ve otra realidad, ya que a su modo de ver el problema no son los aranceles -precisamente lo que quiere Trump- ya que no nos podemos perder en la discusión antigua sobre la política arancelaria, y lo que nos quita la evolución tecnológica, es un debate del siglo pasado, estamos desperdiciando esfuerzos al no integrarnos en el mundo. Ya veremos si comparte la misma visión.

 

Quien hizo evidente que no entiende nada y no tiene la capacidad para conducir la relación diplomática, es la canciller Claudia Ruiz Massieu que en el panel específico que compartió con la embajadora de Estados Unidos se dedicó a recitar lugares comunes dignos de la bobería y que harían desternillarse de la risa a cualquier norteamericano promedio. El respeto debe estar en el centro de cualquier diálogo y relación. Tenemos intereses propios, pero también compartidos con Estados Unidos. Juntos vamos a ser cada vez más competitivos, más seguros y también más prósperos, dijo.

 

La titular de Relaciones Exteriores es, al mismo tiempo, uno de los impulsores de la teoría de que no va a pasar nada, la principal negadora de la realidadLa realidad es que cualquier presidente tiene límites reales, por un sistema de contrapesos donde el Congreso tiene una enorme capacidad de acción para modular las propuestas de política pública. Tiene límites por la propia corte y las leyes. Y por los intereses reales y esos intereses reales no se expresan en una campaña, pero si en lo cotidiano o cuando se debaten leyes que afectan sus intereses.

 

Sin duda, quien tuvo más honestidad fue la embajadora de Estados Unidos, Roberta Jacobson, quien reconoció desconocer las prioridades del nuevo gobierno. No sé”, respondió a la pregunta del periodista José Carreño Figueras, lo que hace previsible que se encuentra con los días contados y se avecina un nuevo Embajador con corte más rudo.

 

Sin duda, el más realista de todos fue Claudio X. González, CEO de Kimberly Clark cuando afirmó que no debían hacerse cálculos optimistas. No debemos hacernos muchas ilusiones que la probabilidad de que el presidente electo Trump recapacite sus puntos de vista, respecto de lo dicho en la campaña electoral. Ganó porque logró más votos en Pensilvania, Michigan y Wisconsin, tres estados afectados por lo que está sucediendo en el mundo. Y va a tener que responder.

 

Si usted es uno de los miles que estamos preocupadísimos por el efecto Trump, no pierda de vista la Cumbre de Negocios. Ni hablar, otra cosa que le sale bien a Moreno Valle en el timing correcto.

 

 

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