Monday, 20 de May de 2024

Jueves, 10 Noviembre 2016 03:26

Los Calderón en el espejo de Los Clinton: no a la transmisión monárquica del poder




Written by  Arturo Rueda

A lo largo de los últimos meses, Margarita Zavala y su equipo hicieron de Hillary el centro de su estrategia para promover la candidatura presidencial de la panista. El triunfo de la Clinton era solamente el prolegómeno de la victoria de la Calderón. Casi casi eran almas gemelas y cogobernarían la zona TLCAN.


En carambola, apenas después de conocerse la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, la candidatura presidencial de Acción Nacional quedó vacante, ya que las mismas razones que explican la derrota de Hillary Clinton ahora inhabilitan a Margarita Zavala. ¿La principal? El rechazo expreso a las transmisiones monárquicas del poder que impulsa una clase política rancia que busca perpetuarse a través de la cesión del poder entre esposos

 

Los electores blancos, latinos y negros votaron en menor proporción por Hillary porque se entendía que era una extensión de Bill. Y eso que hace 16 años los Clinton abandonaron la Casa Blanca. Por el contrario, Trump representó el antiestablishment precisamente por eso: el rechazo a la transmisión monárquica del poder. 

 

Si a los Clinton les fue mal en su aventura de volver a la Presidencia ahora a través de Hillary, ¿qué pronóstico favorable pueden tener los Calderón? Esa pareja presidencial hace apenas 5 años que salieron de Los Pinos, y en tan malas condiciones lo hicieron que el PAN se fue al tercer lugar en la elección del 2012. 

 

Como ya lo hemos mencionado anteriormente, el mayor mérito en la carrera política de Margarita Zavala es ser esposa de Felipe Calderón. Previo a su llegada a Los Pinos, la Calderón fue asambleísta del DF y diputada federal, siempre por la vía plurinominal. Su única experiencia de gobierno es haber acompañado las decisiones presidenciales de su marido Felipe, la mayor parte muy cuestionadas, en especial la guerra contra el crimen organizado. 

 

En este sentido, el currículo de Margarita es muy pobre comparado con el de Hillary, quien además de esposa de un presidente fue senadora, aspirante en 2008, y luego desafortunada secretaria de Estado. Y ni así pudo convencer al electorado harto de una clase política enquistada que quiere mantener sus privilegios ahora entregando el poder a su esposa. Ese fue el sentido del voto de la mayoría que hizo ganar a Trump. 

 

El reflejo del espejo también es desfavorable al comparar a los esposos. Pese a sus escándalos, Bill Clinton terminó su segundo periodo con una alta popularidad gracias al ciclo económico expansivo de los noventas. Su popularidad no pudo traspasarse a su vicepresidente Al Gore, quien perdió en el 2000 frente a George W. Bush en una polémica decisión de la Suprema Corte pese a que el demócrata ganó en el voto popular. 

 

Calderón no era precisamente popular al abandonar el poder en 2012. De lo único que no se le acusó fue de corrupto, pero del resto hubo pocos argumentos para salvarlo, específicamente por la guerra contra el crimen organizado. Fue gracias a la negociación de la cabeza de Josefina Vázquez Mota que el ex presidente no afrontó ningún proceso

 

Por último, a lo largo de los últimos meses, Margarita Zavala y su equipo hicieron de Hillary el centro de su estrategia para promover la candidatura presidencial de la panista. El triunfo de la Clinton era solamente el prolegómeno de la victoria de la Calderón. Casi casi eran almas gemelas y cogobernarían la zona TLCAN. 

 

Siguiendo esa línea de pensamiento, la derrota de la Clinton es el prolegómeno de la derrota de la Calderón. Así de simple. 

 

Y si tenemos en cuenta que Ricardo Anaya fue dinamitado hace un par de semanas al exhibir sus lujos en Estados Unidos, y que el queretano se enredó más al explicar el origen de su riqueza que no quedó nada claro, es evidente que en el PAN queda mucho por escribir en la definición de su candidatura presidencial. 

 

¿A quién van a preferir los panistas? 

 

¿A la esposa de Calderón que puede repetir el fracasotote de la Clinton? 

 

¿Al joven Anaya, quien tiene una turbulenta vida financiera y es fácilmente evidenciable? 

 

¿A Moreno Valle, a quien le quedan sólo tres meses como gobernador y mucho trecho por recorrer para alcanzar a la Calderón, pero que no tiene mandíbula de cristal como Anaya?

 

La carrera luce abierta. Muy abierta. Cualquier cosa puede pasar.

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