Líneas equidistantes, la senadora Alcalá disfruta su Blanca´s Moment al mismo tiempo que el morenovallismo vive horas bajas de incertidumbre. Estos vasos comunicantes serán la tónica común de los próximos meses, con subidas y bajadas de ánimo tan pronto como vayan ocurriendo los hechos significativos de la campaña. Euforia y depresión serán los sentimientos dominantes de aquí al 5 de junio, convirtiendo en ciclotímicos a los poblanos. Como los extremos se tocan, esas euforias y depresiones serán sentimientos maximizados que no necesariamente tienen una base real: ni Gali está derrotado por perder la alianza con el PRD, ni Blanca tiene todo seguro para ganar. La batalla, de hecho, apenas comienza.
Lo dijo con claridad @FedericoArreola, director de SDP Noticias, entrevistado ayer en #JuegoDeTroles: Antonio Gali puede ganar aun sin ir en alianza con el PRD, y citando a López Obrador, a los muertos no se les dan patadas. Si una variedad de columnistas nacionales, en claro nado sincronizado, le tundieron a Moreno Valle, es porque está vivo y les preocupa que pese a las piedras que le pusieron de todos modos pueda retener Casa Puebla y reconstruir su proyecto presidencial. De momento, la prioridad es mirar hacia la casa.
Perder al PRD no es tan grave, explica Don Fede, porque pese a su bajo posicionamiento, al ir en solitario algo le va a robar al PRI, al igual que Morena, por lo que deben analizar cuidadosamente a su candidato para que sea competitivo. Muchas variables se entrecruzan, como el hecho de que el morenovallismo controla los órganos electorales, IEE y TEEP, con lo que también podrán colocar trampas a la candidata priista. Y qué decir de la importancia de la estructura, el manejo de los operadores y los recursos.
Como la forma es fondo, el destape que inicia el Blanca´s Moment indica claramente que la responsabilidad de la victoria es del líder de los senadores priistas, Emilio Gamboa Patrón, en horas bajas tras el caudal de derrotas electorales que cosechó en 2015. La más dolorosa, sin duda, fue en Nuevo León. Casi tan eufórico como la candidata, Gamboa recibió de Los Pinos y Beltrones la distinción de destaparla, al mismo tiempo que la responsabilidad de hacerla ganar.
¿Aprendió Gamboa sus lecciones del caso Nuevo León? ¿Ejercerá un mejor padrinazgo que en Nuevo León con Ivonne Álvarez?
Cederle al líder de los senadores priistas el destape para hacerlo antes que el Comité Ejecutivo Nacional, indica que ésta no es la guerra de Beltrones, que tenía en Enrique Doger a su candidato. Es el presidente del CEN, pero la responsabilidad de hacer ganar a Blanca es de otros. Todos van en el mismo barco, pero unos reman más y otros menos. Beltrones es el que menos, porque su gran desvelo es Veracruz.
Sin Beltrones, Gamboa no va solo en la misión de hacer ganar a Blanca. Como segunda de a bordo trae a Rosario Robles, madrina de la candidata a la que ha apoyado en otros trayectos como la campaña a la alcaldía en 2007. La titular de Sedatu tiene dos intereses que confluyen en la zona Audi, y además en la posibilidad de ser postulada como candidata a Jefa de Gobierno del DF en 2018, o quizá su hija Mariana Moguel. Robles Berlanga sabe que es la hora de sembrar apoyos para después cosecharlos cuando requiera financiamiento.
Tercero en orden al bat de padrinazgos, aunque indudablemente muy poderoso, es Miguel Ángel Osorio Chong, a quien se atribuye haber convencido al presidente Peña Nieto de la idoneidad de Blanca. Renacido, al secretario de Gobernación se le cruza la elección en Hidalgo, su estado natal, a donde dirigirá toda su atención. El titular de Cobián, sin embargo, estará preparado para sacar adelante cualquier cosa que se complique en la elección de Puebla.
Contrario a la euforia de reporteros y periodistas, la candidata tricolor sabe que la posibilidad de victoria se encamina al trabajar de adentro hacia afuera de su partido. Así lo comentó en #JuegoDeTroles apenas unas horas después de disfrutar la cargada de los búfalos. En entrevista, Alcalá afirmó que se acabó la era de los grupos al interior del PRI, y que ha dialogado con todos los aspirantes para encomendarles misiones y responsabilidades. Por sus rostros, queda claro que Enrique Doger aceptó y Javier López Zavala no.
Ni depresiones ni euforias. Esto apenas comienza y el dato más contundente es que cada gallo tiene su padrino. Gamboa da la cara por Blanca, y Moreno Valle por Tony.