Sunday, 24 de November de 2024

Martes, 16 Agosto 2016 03:15

El peor escenario: huelga en VW a unos días de la apertura oficial de Audi




Written by  Arturo Rueda

Todos empujan al Sitiavw y su líder Rey David Avendaño a aceptar la ley del embudo de Volkswagen: la más ancha para los directivos y la más angosta para los obreros. Los obreros no tomaron la decisión de trucar los motores para vender más coches, ni cobraron los jugosos bonos de los ejecutivos responsables del Dieselgate. Pero a la hora de repartir las pérdidas, ellos deben cargar con salarios congelados durante tres años.


A toda costa, el Consejo Directivo de VW quiere que la base obrera de la planta comparta las pérdidas económicas por el desplome de ventas en Estados Unidos provocado por el Dieselgate, cuando quedan 48 horas para que dé inicio la huelga si no hay acuerdo con el sindicato.

 

Aprovechando la negociación salarial y de las cláusulas del contrato colectivo de trabajo, Volkswagen propuso como base el esquema de banco de horas, eufemísticamente llamado “Punto de Equilibrio”. Sometido a votación, fue rechazado por más de 7 mil votos, pues los obreros no desean trabajar horas extras a precio de saldo.

 

El nulo avance de la negociación provocó que ésta fuera atraída por la secretaria del Trabajo, a cargo de Alfonso Navarrete Prida, quien descaradamente empuja a favor de los patrones y en detrimento del incremento salarial para la base obrera.

 

Para sociabilizar las pérdidas, Volkswagen puso sobre la mesa un esquema de congelamiento de los salarios para los próximos tres años. En 2016 se ofrece un aumento salarial de 2.65 por ciento. Para 2017 el ingreso de los trabajadores subiría de acuerdo a la inflación más 0.5 por ciento y en 2018 los salarios crecerían en un porcentaje que rebase la inflación en un 0.5 por ciento.

 

Tales cifras están a un mundo de distancia de la petición original del Sitiavw, un aumento del 10 % al salario y 5 % en prestaciones.

 

Volkswagen prácticamente se aferra al incremento de la inflación establecido por INEGI. Aunque se dignó a subir al 3 %, se ve difícil que llegue a los 4 puntos. Sabe que las circunstancias están de su lado. ¿Cuáles son esas circunstancias?

 

Pues que al gobernador Rafael Moreno Valle le da pánico que estalle una huelga, pues no hubo en su sexenio y sería un pésimo mensaje a la economía que se dé en el año de su despedida. Pero hay más.

 

El 30 de septiembre, oficialmente, se abre la planta Audi en San José Chiapa con la presencia del Consejo Directivo VW y el presidente Enrique Peña Nieto, quien manejará la primera camioneta Q5, el modelo que esperan permita a la trasnacional alemana remontar sus ventas en Estados Unidos.

 

Es inimaginable que mientras haya fiesta en la planta Audi por su apertura, en la de Volkswagen todo sea tristeza por una huelga que afectará a los 9 mil trabajadores directos y más de 50 mil indirectos.

 

No es sencilla la decisión. Los obreros de Volkswagen no tomaron la decisión de trucar los motores para vender más coches, ni cobraron los jugosos bonos de los ejecutivos responsables del Dieselgate. Pero a la hora de repartir las pérdidas, ellos deben cargar con salarios congelados durante tres años, el periodo en el que se calcula podrían volver a crecer las ventas de la trasnacional en Estados Unidos.

 

Todos empujan al Sitiavw y su líder Rey David Avendaño a aceptar la ley del embudo de Volkswagen: la más ancha para los directivos y la más angosta para los obreros.

 

Por si fuera poco, el gobierno morenovallista no quiere empañar su relación con los inversionistas alemanes a unas semanas de dejar el poder. La planta Audi es uno de los su logros más genuinos, sin fecha de caducidad. La columnista de negocios de Milenio escribió ayer que Moreno Valle hasta quiere quedarse con la primera Q5 que salga de la planta de San José Chiapa.

 

No es para menos. Para lograrla, prometió y cumplió más de lo cualquier otra entidad federativa podía haber ofrecido. En perspectiva con el conflicto entre la armadora Kia y el gobierno de Nuevo León por los excesos en incentivos, Moreno Valle destinó más de 10 mil millones en obra pública, así como subsidio al Impuesto sobre la Nómina y hasta la creación de una Ciudad Modelo que no existía en el municipio de San José Chiapa.

 

Traer a Audi fue caro, sí, y que a días de la inauguración de la planta todo sea arruinado por el Sindicato de Trabajadores de Volkswagen, pues como que no. Así que todo, menos huelga. Y ese todo es que los obreros acepten la propuesta leonesa de congelar los salarios durante tres años.

 

 

 

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