De secretarios, subsecretarios y directores generales para abajo, la burocracia de la administración morenovallista se come las uñas pensando en su futuro y las posibilidades que tienen de trascender al gobierno tonygalicista que ya está en marcha. En pocas palabras, si van a repetir los mismos en los mismos cargos, si habrá una rotación de cuadros o de plano el nuevo gobernador va a llegar cortando cabezas para imponer su propio sello.

El futurismo, como lo platicamos en entregas anteriores, está desatado y ya todos hacen fila para comenzar a vender sus proyectos, sus estructuras gubernamentales y defender sus perfiles para tal o cual cargo. Amigo burócrata: si en estos días no empiezan a llamarlo, es hora de entrar en pánico porque es probable que no lo tengan considerado para continuar.

Decidir entre continuidad y renovación en el gabinete no es sencillo para Antonio Gali. Si se quedan prácticamente los mismos titulares y subsecretarios se va a decir que Moreno Valle va a continuar mandando. Tomará cuerpo la teoría del maximato.

Pero si para no darle gusto a los malquerientes del morenovallismo decide renovar por completo a la administración, los nuevos funcionarios van a tener una curva de aprendizaje, un lujo que el miniperiodo no puede darse porque cuando empiecen a dar resultados, el gobierno ya se acabó.

¿Cómo resolver el dilema?

Todo indica, como adelantó Javier Lozano, que algunos titulares del morenovallismo sí van a continuar, mientras que otros de plano no. Los requisitos, además de la experiencia en el cargo y los resultados ofrecidos, implicarían además un pago de facturas por lealtad o por operación electoral. Es decir, que se la hayan jugado en el momento adecuado por Tony Gali.

Por pura lógica, en primera línea habría que colocar a aquellos funcionarios del primer círculo con los que el hoy gobernador electo ejerció el cargo de presidente municipal. Entre ellos Marcelo García Almaguer, la tesorera Arely Sánchez, el secretario de Administración Rafael Ruiz, el segundo secretario de Gobernación municipal, Mario Rincón, o el segundo secretario de Desarrollo Social municipal, Xabier Albizuri.

Un caso especial es el de Mario Riestra, secretario general del municipio, quien podría ingresar al gabinete a condición de que su hermano Rodrigo dejara la Sdrsot. Pero como él se perfila para continuar en el cargo, Mario tendría que quedarse en el Ayuntamiento o intentar construir desde fuera una candidatura a la alcaldía de Puebla.

Del gabinete morenovallista los que más difícil tienen para repetir son los titulares de Finanzas y Administración, Guillermo Bernal, de la Contraloría, Alejandro Torres Palmer, porque ellos fueron traídos específicamente para el cierre de la administración morenovallista y no se van a quedar ni un minuto más.

Luego, tampoco parece que tengan intenciones de quedarse Cabalán Macari en Desarrollo Económico, lo que podría abrirle la puerta Michel Chaín a subir al gabinete estatal.

El secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida, no quiere irse, y aunque le venden la zanahoria de la continuidad, todo estaría listo para que Alejandro Santizo se haga cargo de la dependencia. Para Gali, sin embargo, es vital mantener ilusionado a Rodríguez Almeida para que las cosas no se salgan de control como en los últimos días.

Donde hay más expectación es Infraestructura. Aunque Xabi Albizuri ya fue designado enlace con la administración actual, la verdad es que Diego Corona anda embalada y después del propio Gali probablemente ha sido el mejor secretario del ramo en el sexenio. Podría decirse incluso que es la revelación sexenal, porque empezó abajo y se ganó la confianza de todos. ¿Vale la pena darle las gracias y dejar ir su curva de aprendizaje?

Otra incógnita es Sedeso, donde llegó Gerardo Islas a cerrar el sexenio, pero muchos especulan que podría continuar en la siguiente administración. Otros afirman, sin embargo, que su llegada fue un pago de lealtad pactado entre los gobernadores saliente y entrante, y con eso se agotan los compromisos.

Salud era otras de las dependencias apetecibles. Y digo “era” porque luego que el Congreso local le quitó el manejo de sus recursos financieros para pasarlos a la SFA, en realidad ahora es un cascajo operativo que va a dar más dolores de cabeza a su próximo titular que beneficios.

En Turismo también se afirma que todo está listo para la continuidad de Roberto Trauwitz, quien ha dejado resultados extraordinarios y llenó bien los zapatos de su hermano Ángel, quien después de la derrota en 2015 prefirió regresarse a sus negocios.

La dependencia de próxima creación, Cultura, en teoría podría recaer en Anel Nochebuena, pero no hay buenas apuestas desde los escándalos de la Gali-playa y algún lío sin aclarar en el préstamo de litografías y pinturas de Rembrandt que sufrieron daños físicos y provocaron un lío con la BUAP.

Esto es lo que se dice, pero nos esperan largos meses de especulaciones.