Si no supiéramos que es un priista muy priista, parecería que Enrique Peña Nieto está decidido a liquidar a su partido y entregarle la llave de Los Pinos a Andrés Manuel López Obrador o a quien sea candidato de la coalición PAN-PRD.
La designación de Enrique Ochoa Reza al frente del CEN tricolor es simplemente incomprensible. Las señales del mánager no se entienden y los jugadores no saben a qué jugar. Tampoco entiende el público conocedor.
¿Qué méritos puede tener el abogado egresado del ITAM para llegar a presidir al partido en el poder?
No ha sido gobernador, senador, diputado federal, diputado local, presidente municipal o regidor.
No tiene ningún tipo de experiencia electoral previa, o como operador del partido en algún nivel.
Nunca pegó calcomanías, mantas, sillas. No sabe ni lo que es una seccional.
Es, dicen los propios priistas que meditan lanzarse a una rebelión abierta, un advenedizo.
Un tecnócrata advenedizo. Ni siquiera Ernesto Zedillo llegó a tanto.
Ochoa Reza va a ser el presidente nacional del PRI con menos curriculum desde… toda la historia del PRI.
Se dice fácil. No lo es.
Repasemos los últimos veinte años.
Fernando Ortiz Arana ya había sido tres veces diputado federal cuando llegó a Insurgentes Norte.
Ignacio Pichardo Pagaza era eminente ex gobernador del Estado de México y miembro del Grupo Atlacomulco.
María de los Ángeles Moreno ya había sido diputada federal y senadora.
Santiago Oñate ya había sido diputado federal y secretario del Trabajo.
Humberto Roque Villanueva había sido dos veces diputado federal.
Mariano Palacio Alcocer fue gobernador de Querétaro, alcalde, senador, diputado federal.
José Antonio González Fernández: (era el de menor nivel previo) sólo había sido diputado federal y secretario del Trabajo.
Dulce María Sauri: ex gobernadora de Yucatán, dos veces diputada federal y senadora antes de dirigir al partidazo.
Roberto Madrazo Pintado: ex gobernador de Tabasco, dos veces diputado federal y una vez senador.
Otra vez, Mariano Palacio Alcocer.
Beatriz Paredes Rangel: tres veces diputada federal, una vez senadora, ex gobernadora de Tlaxcala y toda una historia de cargos al interior del partidazo.
Humberto Moreira: solamente presidente municipal de Saltillo y ex gobernador de Coahuila (así dio los resultados que dio).
Pedro Joaquín Coldwell: diputado local, federal, senador, gobernador de Quintana Roo e innumerables cargos a nivel federal.
César Camacho Quiroz: gobernador del Estado de México, edil de Metepec y senador.
Manlio Fabio Beltrones: todos los cargos posibles que hay en la política, excepto presidente de la República.
Carolina Monroy: alcaldesa de Metepec y diputada federal.
Después de tan ilustres trayectorias, Enrique Ochoa Reza en su curriculum sólo puede presumir una subsecretaría y la dirección de Comisión Federal de Electricidad.
Trayectoria política, cero.
Conocimiento de los grupos regionales, cero.
Experiencia de operación electoral, cero.
Experiencia en debatir (mínimo para enfrenar a Ricardo Anaya)…
Carisma no se le ve mucho.
¿Qué mérito tiene? Su amistad con Luis Videgaray.
¿Qué puede aportarle al PRI nacional en este momento de crisis?
¿Qué le ve Enrique Peña Nieto?
¿Cuánto van a aguantar estoicamente los priistas antes que entreguen el poder, quizá esta vez para siempre?
¿Es Peña Nieto un nuevo Zedillo?
¿Prepara la entrega del poder?