Thursday, 21 de November de 2024

Lunes, 25 Abril 2016 02:36

Estefan, Armenta y Blanca ya administran la derrota




Written by  Arturo Rueda

Se entiende la postura del triunvirato tricolor: a mediados de febrero, antes del inicio de precampaña, el consenso de las encuestas es que había un empate técnico entre Alcalá y Gali. Se veía en perspectiva una carrera pareja que quizá se decidiera en el final gracias al choque de estructuras. Esa era la visión de casi todos, yo mismo incluido. Pero esa carrera pareja se desequilibró en dos semanas por una pésima precampaña.


Dedican sus días y horas no a construir la victoria, cuasi imposible a estas alturas según todas las encuestas, sino a propagar un discurso que justifique la derrota contundente a los ojos de los jerarcas nacionales que los escogieron para ir a la batalla. El hedor del fracaso, sin embargo, ya se esparce por todos lados en el Comité Directivo Estatal tricolor, pues la tríada Alcalá-Estefan-Armenta han girado órdenes a sus subalternos a fin de que traten de contabilizar gastos que ellos consideran exorbitantes, así como un catálogo de los supuestos abusos y “agandalles” de los que han sido víctimas en las últimas semanas.

 

La derrota inminente, en su versión, no se debe a una pésima campaña, sino al abuso del aparato de poder en su contra. Y ahí, gracias al genio de Estefan, se incluye de toda clase de teorías de la conspiración: desde la presión a ediles con reprobar sus cuentas públicas —que ningún alcalde tricolor ha querido confirmar— hasta el hecho de que los transportistas no quieren llevar su publicidad, sin pensar que nadie quiere llevar una marca perdedora en su medallón. Y claro, la terrible actuación de cuatro consejeros del IEE, de quienes se pide su destitución, pese a que ninguna de sus resoluciones ha sido en contra del PRI o su candidata, que además podrían corregirse en todo momento por las instancias federales.

 

Se entiende la postura del triunvirato tricolor: a mediados de febrero, antes del inicio de precampaña, el consenso de las encuestas es que había un empate técnico entre Alcalá y Gali. Se veía en perspectiva una carrera pareja que quizá se decidiera en el final gracias al choque de estructuras. Esa era la visión de casi todos, yo mismo incluido.

 

Pero esa carrera pareja se desequilibró en dos semanas por pésima precampaña, llena de frivolidades, devaneos y descuidos. Ahí se rompió el empate técnico que se profundizo en el mes de intercampañas. Al inicio de la contienda formal, ya perdían por 11 puntos, y tras tres semanas de campaña, la brecha se abrió a por lo menos 14 puntos y hasta 20 según algunos estudios que se publican esta semana.

 

¿Cómo se lo van a explicar al Tío Gamboín?

 

¿Cómo le van a contar a Emilio Gamboa que recibieron una candidata empatada y hoy tienen una elección casi perdida cuando arranca apenas la cuarta semana?

 

¿Le van a decir que Armenta es una vedette que provocó las primeras crisis con sus idas y venidas?

 

¿Le van a decir que Estefan le presumió a todos que ya era candidato a la gubernatura en 2018?

 

¿Le van a contar del pleito entre consultores, del cambio de eslóganes y de la terrible imagen gráfica que hoy acompaña a la candidata en lonas terriblemente impresas?

 

¿Le van a contar que ningún encuestador se quiere arriesgar a darles una ayudadita?

 

¿Le van a contar que el edil de Venustiano Carranza ya los abandonó y que un ex presidente del Comité Municipal tricolor califica a la candidata de “corrupta?

 

¿Le van a contar de la #GasolineraBlanca, del pago de 291 pesos de impuestos y el edificio de departamentos de 11 millones?

 

¿Le van a contar que en el arranque de la campaña subieron a Mario Marín al templete y los fotógrafos se dieron vuelo retratándolos juntos?

 

¿Le van a contar que se fueron a iniciar campaña al municipio más lejano de la capital sólo porque significa “lugar de la mujer gobernante”?

 

¿Le van a contar que ruegan a instancias federales un audioescándalo, un algo que les devuelva la vida?

 

Por supuesto que no. Nada de eso le van a contar a Emilio Gamboa.

 

¿Entonces qué le van a decir?

 

Que los consejeros del IEE son adictos al régimen.

 

Que los ediles están muertos de miedo por las amenazas a sus cuentas públicas.

 

Que los maestros están amenazados y por eso no van a los mítines.

 

Que los medios de comunicación están vendidos.

 

Que los concesionarios del transporte no les dejan pegar su propaganda.

 

Que las encuestadoras también están vendidas.

 

Que los morenovallistas gastan mucho. Que regalan tinacos, mochilas, uniformes.

 

Que enfrentan una elección de Estado.

 

Pues sí: Estefan, Armenta y Blanca ya administran la derrota.

 

Una derrota que pinta para ser histórica, pues Blanca será la candidata menos votada en la historia moderna del PRI en Puebla.

 

¿Qué otra cosa pueden hacer sino exculparse a sí mismos?

 

 

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