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Puebla sigue el mismo patrón que presentó Ciudad Juárez en cuanto a feminicidios, ya que las autoridades, al desestimar el número de casos, no han atendido este problemática en el estado.
El gobierno se niega a aceptar el número de delitos relacionados con la violencia de género en el estado, dejando un panorama desalentador que ya han puntualizado las organizaciones civiles
Lo anterior fue expuesto por catedráticos del Tecnológico de Monterrey campus Puebla, quienes aseguraron que la situación en Puebla se asemeja a la entidad que de 1998 a 2012 superó la tasa de homicidios de mujeres a niveles 20 veces superiores al promedio nacional, de cuatro mujeres asesinadas por cada cien mil.
Asimismo, criticaron que el gobierno morenovallista se niegue a aceptar el incremento en el número de estos delitos, así como la falta de atención a cifras de organismos como el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr),el cual ha registrado 165 casos durante los últimos tres años.
“Puebla comienza a parecerse a Ciudad Juárez que en un inicio presentó un escenario similar al que se vive actualmente en el estado…las mujeres comenzaron a desaparecer cada cinco días durante los años noventa, y cada diez aparecían muertas”, comentó Héctor Cerezo Huerta, académico del área de psicología de esta institución.
Las cifras no cuadran
En relación con las cifras proporcionadas por la Procuraduría General de Justicia (PGJ), que asegura que de 2013 a la fecha sólo se han registrado 20 feminicidios en el estado, los académicos cuestionaron el número de estos delitos, pues no se apegan a los estándares internacionales ni nacionales.
Además,evidenciaron lo expuesto por el titular de esta dependencia, Víctor Carrancá Bourget, quien señaló en fechas recientes que por este delito sólo existe una sentencia y entre 17 y 20 consignados, por lo que calificaron de incoherente al funcionario y dijeron que esto podría suponer un interés de la administración local por ocultar los números reales.
A nivel nacional, durante los últimos seis años, más de mil 900 mujeres y niñas fueron asesinadas de forma violenta en México. Esto ubica a México, junto con otras nueve naciones latinoamericanas, en la lista dentro de los 25 países con mayor tasa de feminicidios del mundo.
No servirá aumentar las penas
Juliana Vivar Vera, especialista en derecho penal y catedrática del departamento de Derecho y Ciencia Política, aseguró que aumentar las penas para castigar el feminicidio en Puebla, no servirá para reducir la incidencia de estos delitos, por lo que criticó las medidas del Congreso local, al señalar que son “remedios tardíos” a una crisis que ya prevalece.
Dijo que las acciones para contrarrestar estas acciones se han tomado a la ligera, sin pensar en el problema de fondo y con la finalidad de no emitir un protocolo que en verdad, ataque la situación que se vive en el estado.
“Aumentar las penas no es una solución… la persona que va a cometer un delito no va al código a saber cuántos años puede tener de cárcel. Simplemente comete el hecho y ya. Este tipo de acciones no sirven para inhibir que sigan ocurriendo feminicidios”, aseveró.
Al respecto,explicó que además los procedimientos para iniciar denuncias por violencia familiar en contra de mujeres, no consideran los estatus sentimentales de las víctimas, ya que se les exige presentar denuncias cuando recién han ocurrido los hechos y se encuentran en el momento más crítico y sensible.
Las mujeres deben de tomaractos preventivos
En el uso de la palabra, Héctor Cerezo Huerta, dijo que los feminicidios son una llamada de atención a las parejas, pero en específico a las mujeres, para atender problemas de violencia en sus relaciones.
Desde su perspectiva, la clave para resolver el problema se encuentra en la participación de toda la sociedad para restablecer el tejido social y fortalecer un clima de valores, no desde una educación basada en géneros, sino en el respeto a la integridad personal.
“En la sociedad, prevalece una educación de género, es decir, desde las familias se siguen fomentando los roles para los hombres y para las mujeres. Cada caso nos habla de un problema estructural, de un problema de violencia”, finalizó.