Se anticipa que la tijera “va en serio” —¿antes no?— para aplicar recortes a gastos operativos de los miembros del gabinete, entre otros renglones.
Esto después de una larga lista de dispendios y abusos que hoy son conocidos por las metiches redes sociales que han ventilado asuntos que después han reportado los medios como la compra del avión Boeing 787 Dreamliner que es considerado un palacio volante, con costo de 587 millones de dólares, que a la cotización del día son mas de 7 mil 696 millones de pesos y que ni siquiera el presidente de la nación más poderosa, como los Estados Unidos, tiene.
Este modelito fue adquirido por la Presidencia de la República para un desplazamiento más confortable y seguro del primer mandatario para sus giras internacionales, como la reciente al Reino Unido, a la que llevó 200 invitados y para la que pagamos con nuestros impuestos vestiditos para su esposa, sus hijas e hijastras con un costo superior a los 100 mil pesos “por cada uno”.
Sobre el tema hay infinidad de dudas.
Se habla de recortes drásticos.
¿Se incluirá al exceso de guaruras que de tiempo completo acompañan a cada miembro de la familia presidencial?
Sólo hay que recordar cuando vino a Puebla la pequeña Sofía Castro Rivera, en su inicio como artista en la obra “El Cartero” que se presentó en el Teatro Principal; se tuvo que cortar el tráfico en las calles alrededor del coloso horas antes de la función. Y mientras la artista estuvo en el inmueble, se mantuvieron estacionadas camionetas con guaruras armados que vigilaban el tráfico de los peatones.
Historias hay cientos, como los viajes privados casi semanarios de la misma Sofía a España para recibir sus clases de actuación.
Pero lo que hoy nos atañe es el recorte a programas prioritarios como los manejados por la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Secretaría de Agricultura, a las que les quitan 124 mil 300 millones de pesos.
¿Qué va a pasar?
Que la gente del medio rural continuará su éxodo hacia centros de población urbanos buscando opciones para vivir, y disputándose los cruceros para pedir una moneda.
Conagua sin recursos representa la amenaza a la sociedad que seguirá sin contar con agua suficiente y de calidad. Por el contrario, contará con agua cada vez más contaminada y riesgosa.
El recorte a la SCT “dicen” que representa un aletargamiento del país a la era digital, y se regalarán menos televisores digitales —tal vez sólo se entregarán los prometidos a los candidatos del PRI dentro de los tiempos electorales—.
Y el “tijeretazo” a Sagarpa representa el sacrificio a programas de fomento a la agricultura, desarrollo rural, comercialización y desarrollo de mercados.
Es decir, las buenas intenciones de una política agrícola permanecen en el álbum de las buenas intenciones que habrá que rescatar para la siguiente campaña presidencial.
En síntesis, que el rezago continuará acumulándose y que cada vez se ve más lejano el sueño de la autosuficiencia alimentaria de los mexicanos que no podrán entrarle fuerte a la tierra, a la industrialización de los productos y a muchos proyectos promovidos desde hace cuatro campañas presidenciales.
Pero a decir verdad, no todos los mexicanos podrán percatarse directamente del México antes del ajuste presupuestal y después de este, porque seguiremos en el México prometido que cada vez luce más lejano en una ruta cargada de escándalos de abusos, de corrupción, de saqueos, de caprichos y discursos como el de la reforma energética que previa al desplome de los precios internacionales del petróleo, quedó sólo para el discurso y la carta a los Reyes Magos.
Así también se pasa a la historia, y el juicio está abierto.