En total hermetismo, Concesiones Integrales inició la recontratación de los mil 220 trabajadores del SOAPAP, que previamente habían sido liquidados por el organismo operador luego de que el consorcio que conforman Aguas de México, Epcor y Tisca, asumió la semana pasada el control del servicio de agua potable en Puebla y cuatro municipios de la zona metropolitana.

Tal como lo adelentó CAMBIO en su edición del lunes, el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla liquidó a sus trabajadores en el vivero de Apetlachica, y de acuerdo con fuentes consultadas, recibieron el cien por ciento de la prestación según lo que marca la ley.

Paulatinamente los trabajadores del SOAPAP fueron trasladados en autobuses de turismo desde sus centros de trabajo, como las oficinas centrales de San Manuel y el Desarenador, hasta el vivero de Apetlachica, en donde primero fueron liquidados por el SOAPAP y posteriormente recontratados por el consorcio.

CAMBIO realizó un recorrido por las instalaciones ubicadas a un costado de la unidad habitacional Volkswagen 2, en donde se pudo constatar la llegada de los trabajadores en los autobuses, así como un fuerte dispositivo de seguridad que se montó para resguardar el orden.

Al notar la presencia de medios de comunicación, de inmediato se acercó personal de Comunicación Social del gobierno del estado a explicar que era un evento privado y que no se podía ingresar, pero dieron autorización de levantar imagen y video desde la calle.

Sin embargo, un par de policías auxiliares trataron de impedir que reporteros realizaran su trabajo, sin embargo los uniformados fueron controlados por los trabajadores del gobierno estatal.

El mensaje motivacional

El locutor radiofónico Pepe Spíndola fue contratado por Concesiones Integrales para que brindara un discurso motivacional a los trabajadores del SOAPAP y les diera la bienvenida a la nueva relación laboral que tendrán.

Conforme iban ingresando al lugar, los empleados eran reunidos en una carpa que se montó, en la que escuchaban la charla de bienvenida, les explicaban la filosofía de Concesiones Integrales, y posteriormente les pedían que firmaran el nuevo contrato, el cual establece que será indefinido el tiempo en el que podrán laborar.

Una vez que salían del vivero, se observó a los trabajadores, que además de un pequeño lunch, les entregaron una gorra y una camiseta de la empresa que ahora tiene el control del servicio de agua potable tras pagar una contraprestación de mil 400 millones de pesos.