Saturday, 20 de April de 2024


Vuelve la rudeza al PAN: Madero se va de la dirigencia para ir por su pluri




Escrito por  Arturo Rueda
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La crisis política del caso Chalchihuapan terminó de convencer a Madero de dar el siguiente y arriesgado paso: dado que su periodo termina a finales de 2015, requiere otra plataforma que le dé visibilidad y recursos en la construcción de su candidatura presidencial. Y el único hueso a la vista es convertirse en diputado federal plurinominal por obra y gracia de su propio dedo. Para ello, deberá pedir licencia a más tardar antes del 7 de octubre, fecha en la que formalmente iniciará el proceso electoral 2015

Chivo en cristalería, Javier Lozano Alarcón vuelve a arremeter en contra del dirigente nacional Gustavo Madero un día después de que el gobernador Rafael Moreno Valle llamó a abatir las divisiones entre todos los panistas para poder aspirar nuevamente a ser la primera fuerza política. El senador rompió la tregua autoimpuesta luego de que su compadre Ernesto Cordero perdió la contienda por la dirigencia nacional. Las heridas han sido reabiertas como prolegómeno a la guerra civil que se avecina en el bando ganador de Acción Nacional. En entrevista con Iván Mercado, Lozano confirmó lo que era un secreto a voces: que Madero va a solicitar licencia la próxima semana para convertirse en diputado federal plurinominal, plataforma de lanzamiento de su candidatura presidencial en 2018.

 

 

Las declaraciones de Lozano no son un exabrupto. Acostumbrado a acomodarse en las peores causas, el senador saca provecho al desprestigio que le atraen esas alianzas. Así que su indignación de militante por la licencia de Madero al CEN panista es poco creíble. En realidad, su amo le soltó la correa para que haga lo que mejor sabe: morder y polemizar. ¿Con qué objetivo? Hacer más costosa a Madero la construcción de su plataforma presidencial.

 

 

El run-run comenzó al mismo tiempo que se festejaba la reelección. Aunque Madero le debía una parte de su victoria a Moreno Valle, decidió arrancar la construcción de su proyecto presidencial. A fin de cuentas, es él quien tiene un grupo nacional que primero derrotó al calderonismo para hacerse del CEN, y luego, lo volvió a derrotar para reelegirse. Sus talentos están probados, así como su carisma. Es el poblano quien debía sumarse, no al revés.

 

 

La crisis política del caso Chalchihuapan terminó de convencer a Madero de dar el siguiente y arriesgado paso: dado que su periodo termina a finales de 2015, requiere otra plataforma que le dé visibilidad y recursos. Y el único hueso a la vista es convertirse en diputado federal plurinominal por obra y gracia de su propio dedo. Para ello, deberá pedir licencia a más tardar antes del 7 de octubre, fecha en la que formalmente iniciará el proceso electoral 2015, ya que deberá nombrarse a un nuevo dirigente nacional que podría recaer en el queretano Ricardo Anaya.

 

 

Algo de razón tiene Lozano: después de provocar una guerra interna de la que todavía hay secuelas en busca de su reelección, ahora resulta que Gustavo Madero dejará la presidencia del CEN apenas cuatro meses después de obtenerla. Más que un acto de irresponsabilidad, es un acto extremo de ambición. No parece el PAN un partido preparado para enfrentar una nueva guerra interna, ni para que Gustavo Madero cargue los dados de esa forma en la designación de las plurinominales.

 

 

Si el PAN venía sobrecalentado, la licencia de Madero para satisfacer sus intereses personales va a dinamitar el muy inestable equilibrio de fuerzas. A final de cuentas, los rivales del todavía presidente del CEN siguen adentro, por más que Juan Ignacio Zavala renunciara ayer a su militancia. Los calderonistas están a la espera de su oportunidad. En esa lógica debe entenderse el reinicio de las hostilidades por parte de Javier Lozano Alarcón. De todas las formas posibles, el ex secretario del Trabajo sigue ligado a Felipe Calderón y a Ernesto Cordero.

 

 

Al lanzarse a la yugular de Madero, Lozano Alarcón también le hace un favorcito a Moreno Valle, a quien tampoco debe gustarle mucho este nuevo proceso de inestabilidad en el PAN justo en el marco del 75 aniversario. El gobernador poblano viene saliendo de su crisis política, pero no por ello se va a dejar agandallar los movimientos del ajedrez presidencial que el chihuahuense ya da con la jugarreta de abandonar el CEN.

 

 

El PAN no necesita nuevos escándalos, pero Lozano Alarcón ya abrió la caja de Pandora. La solicitud de licencia de Gustavo Madero ante el Consejo Nacional, prevista para la próxima semana, abre un escenario de inestabilidad y nuevos enfrentamientos internos, donde Moreno Valle jugará un papel fundamental en promover nuevos equilibrios internos. Por supuesto, nadie desea una pelea tratándose del grupo ganador, pero si es inevitable, ésta tendrá que darse.

 

 

El futuro del PAN se juega en una larga semana de negociaciones, en las que Gustavo Madero tendrá que legitimar su abrupto abandono de la dirigencia por la que tanto peleó, por la que a tantos embarcó en la guerra, y por la que tantas heridas quedaron abiertas. Algo tendrá que ceder para que la jugarreta de convertirse en plurinominal, y más tarde en coordinador de la bancada en San Lázaro. No se ve que vaya a salirle barato el capricho.

 

 

 

 

 

 

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