Carlos Chávez Hernández, acusado de homicidio y lesiones dolosas por la explosión del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa respondió ayer que nunca fue capacitado por parte de Gas Express Nieto en caso de una emergencia y rechazó que fuera su responsabilidad el mantenimiento de la pipa.

Con quemaduras en brazos y piernas ya cicatrizadas, el conductor de la pipa ya no está vendado como publicó Excelsior la semana pasada. Se muestra temeroso de dar detalles del siniestro y aún está en el Hospital de Balbuena, cuidado por su esposa Jazmín, quien aseguró no pueden dar información sin consultar a sus abogados.

Explicó que les han limitado hablar con los medios ante la incertidumbre de que su marido sea hallado responsable de las cinco muertes causadas por la explosión.

Personal de enfermería del hospital señaló que la mejoría de Chávez es notable y podría ser dado de alta pronto, y que su esposa compra el bloqueador para sus lesiones.

El procurador capitalino, Rodolfo Ríos, señaló el lunes que los peritajes determinaron que la pipa presentaba condiciones inseguras y había sido alterada para registrar más combustible del que despachaba por lo que se señala al chofer como responsable.

Miguel Ángel García Salinas, perito en desastres, consideró “evidente la falta de capacitación del chofer, quien fue incapaz de cerrar las válvulas”, dijo a este diario.

Fuente: Excélsior