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El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que, al amparo del dolor por la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, existen protestas violentas que buscan desestabilizar al país, contribuir al desorden social y atentar contra su proyecto de nación.
Desde el Estado de México, entidad que gobernó y donde ayer inauguró la Ciudad de la Salud para la Mujer, el mandatario dijo que pese a los intentos de desestabilización social “el gobierno de la República está firme y decidido a seguir trabajando por un proyecto de nación que genere bienestar para más mexicanos, de acelerar el ritmo de desarrollo y crecimiento”.
Sobre las movilizaciones en diversas entidades que han terminado en la quema de sedes de Poderes públicos y partidos políticos, el jefe del Ejecutivo consideró que son “protestas que a veces no está claro su objetivo. Pareciera que respondieran a un interés de generar desestabilización, de generar desorden social y, sobre todo, de atentar contra el proyecto de nación que hemos venido impulsando”.
Ante ciudadanos del municipio de Cuautitlán manifestó que, aunque hubo voces que no aprecian la participación de México en foros internacionales, decidió asistir a su gira por China y Australia, y al regresar se encontró con “lamentablemente actos de violencia en algunas partes, de protesta con violencia en otras”, en reacción a la desaparición de los 43 normalistas en Iguala.
Indicó que el gobierno federal “ha emprendido una investigación exhaustiva, a través de la Procuraduría General de la República, para dar con la verdad de los hechos, y que ha mostrado públicamente el alcance y lo que lleva en sus investigaciones”.
A su parecer, “hemos sido los más sensibles al tema, los más solidarios. Hemos atendido puntualmente desde lo personal y a través de los funcionarios responsables de la investigación, a los padres de familia a quienes embarga esta pena y este dolor”.
Sin embargo, “al amparo de este dolor, que al amparo del sufrimiento de los padres de familia, al amparo de esta consternación social que hay por los hechos de dolor y de horror, que de acuerdo a la investigación que se tuvieron en Iguala, hemos advertido los movimientos de violencia que, al amparo y al escudo de esta pena, pretenden hacer valer protestas”.
Dejó entrever que a las violentas protestas se han unido algunas voces “que no comparten este proyecto de nación, que quisieran que el país no creciera, que quisieran que el país frenara su desarrollo”.
Para adelante
El jefe del Ejecutivo federal aseveró que su administración no se paralizará porque “nos hemos atrevido a cambiar. Hemos ido en pos de reformas estructurales y de grandes cambios que nos dan una nueva plataforma”, por lo que seguirá adelante el proyecto de transformación de los sectores productivos del país.
Peña Nieto reconoció que las reformas estructurales “no son varita mágica. Nunca las hemos ofertado como tales. Pero, sin duda, son punta o son puntal, y son necesarias para acelerar el ritmo de desarrollo que necesitamos como país”.
Los cambios en sectores como los energéticos y telecomunicaciones, dijo, “han afectado intereses, de los que mucho tienen y de otros que se oponen al proyecto de nación. Pero a pesar de ello, y a pesar de estas voces que ahora, al amparo de quienes sufren dolor y de quienes tienen pena, enarbolan banderas de violencia y de protesta”.