Sunday, 19 de May de 2024


El nombre de los portales




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Hace unos días leímos que el regidor panista del ayuntamiento de Puebla propuso que al portal poniente del zócalo de esta capital, se le restituyera el nombre de Agustín de Iturbide, en lugar del de Benito Juárez, que es el que lleva actualmente.

Esa propuesta ya la había presentado hace más de 10 años, en mayo de 2002, el licenciado Liborio Hernández Xochitiotzin, ex diputado local del PAN y entonces funcionario del ayuntamiento panista de Luis Eduardo Paredes Moctezuma, petición que don Liborio ha reiterado en varias ocasiones, fracasando en sus intentos.

 

 

Los panistas son duros de pelar, cuando de sus visiones históricas se trata.

 

 

Para ellos el verdadero, el auténtico consumador de la Independencia nacional, el 27 de septiembre de 1821, fue el coronel realista Agustín de Iturbide, que fue enviado por el virrey de la Nueva España, a combatir a don Vicente Guerrero, que en las montañas del estado que hoy lleva su nombre, mantenía la lucha por la libertad y la independencia de México.

 

 

Cuando Iturbide llegó al territorio que controlaban las guerrillas de Guerrero, como buen militar que dicen que era, se dio cuenta de lo inexpugnable, en aquella época, del territorio en el que se movía la guerrilla insurgente e hizo sus cálculos. Pelearía en desventaja en un territorio desconocido, con hombres curtidos en la lucha, con un calor agobiante y con una población aliada de los insurgentes.

 

 

Además, España estaba invadida y ocupada por Francia, el hermano de Napoleón era el gobernante de España, no había pues posibilidades de que le llegara ayuda.

 

 

La guerra, en esas condiciones, estaba perdida. Entonces tuvo una brillante idea: olvidarse de España y hacer un trato con Vicente Guerrero para que depusiera las armas y juntos proclamaran la Independencia del país.

 

 

Iturbide, ¿héroe?

 

 

Guerrero y su gente estaban cansados de andar recorriendo las escarpadas montañas surianas, sufriendo incomodidades, hambre, etcétera. El plan que se llamó de Iguala, porque en esa ciudad se firmó, era una buena idea y aceptó.

 

 

Todos sabemos la historia, bueno, quienes estudiamos la primaria y la secundaria antes de Echeverría, porque a partir de entonces la historia de México, el Civismo y la Geografía, se volvieron una sola materia en la que sólo se daban algunos datos de nuestra historia, algunos datos sobre geografía y se hacía alguna mención al comportamiento que como ciudadanos deberíamos tener.

 

 

Se realizó “el abrazo de Acatempan”, nombre del pequeño pueblo, cerca de Iguala donde se llevó a cabo, se ideó el lábaro patrio con los colores verde, blanco y colorado, y posteriormente se acordó la fecha de la entrada del Ejército Trigarante a la ciudad de México.

 

 

Ya en la ciudad capital del país, la columna del desfile fue desviada, por órdenes de Iturbide, a fin de que pasara frente a la casa de “La Güera” Rodríguez, bella dama colonial que dicen era amante de don Agustín.

 

 

Unos días después, Agustín de Iturbide fue aclamado por una chusma como emperador de México, y el clero católico ya advertido y estando de acuerdo con el propio Iturbide, lo coronó emperador.

 

 

No hay nada de heroico en la conducta de Iturbide, sino un oportunismo y una ambición descomunal, ah, y mucho cinismo, pues semanas antes de proclamar la Independencia, era un feroz combatiente contra los insurgentes. Fue él quien premió al soldado Eusebio Rodríguez, con 200 pesos por la captura de Mariano Matamoros y fue él mismo quien dirigió el pelotón de fusilamiento en febrero de 1814 contra el creador de la brigada que se considera el antecedente del Ejército mexicano.

 

 

El auténtico consumador de la Independencia es quien luchó por ella, no el que oportunistamente se adhirió en el último momento, después de años de ser su enemigo, por razones netamente personales, por ambición desmedida de poder y de riquezas.

 

 

¿Por qué fue el cambio de nombre?

 

 

En 1962 o 63, en plena lucha universitaria entre liberales y conservadores (comunistas y fúas) los liberales decidieron quitar las placas del portal poniente con el nombre de Iturbide y sustituirlas por el nombre de Benito Juárez.

 

 

No hubo ningún criterio histórico para esto, simplemente, como decía el español, “por joder”, pues los “comunistas” sabían que eso iba a irritar a los conservadores o fúas y a sus aliados, los miembros de la iniciativa privada, defensora de la religión, las tradiciones y la cultura de nuestro pueblo, según decía, la propia iniciativa privada.

 

 

El nombre que debió ponerse a ese portal, fue el de Vicente Guerrero, ya que el portal del lado norte lleva el nombre de Hidalgo, iniciador del movimiento independentista; el del lado oriente, el de Morelos, continuador de la lucha, era justo e históricamente correcto, que el del lado poniente llevara el nombre de Vicente Guerrero, auténtico consumador de la Independencia.

 

 

Los panistas tienen otra versión de la historia, pero la inmensa mayoría de los mexicanos tenemos la versión liberal por cierta, y como ellos son muy demócratas y en cualquier democracia las mayorías son las que mandan, deberán acatar la decisión mayoritaria. ¿O no?

 

 

Notas breves: ayer estuvo en Puebla el titular de Banobras, Alfredo del Mazo Maza, y en reunión con el gobernador Rafael Moreno Valle, tuvieron acuerdos sobre los fondos que se trasferirán a Puebla para reconstruir la estructura caminera, escolar, etc., que se perdió por los daños causados por el huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”. En esa reunión estuvieron los titulares de Finanzas y Infraestructura del estado, Roberto Moya y José Cabalán Macari, así como Daniel Muñoz y Luis Limón, funcionarios de Banobras… Se inicia el foro oficial, a nivel nacional, para discutir la autorización o no, de la venta y consumo de marihuana. La guerra de Felipe Calderón, contra el narcotráfico fue terrible para el país, pues no sólo se gastó una millonada en personal y armamento y el problema creció en vez de disminuir. El balance dado a conocer por el INEGI es de 121 mil muertos, 26 mil desaparecidos y 15 mil cadáveres sin identificar… El dirigente estatal del PRI, Pablo Fernández del Campo, se reunió ayer con varios presidentes municipales priistas, a quienes ofreció el apoyo del partido, para que concluyan felizmente su periodo en febrero próximo. El PRI les prestará asesoría para entregar cuentas claras y para cerrar bien su administración y es que el prestigio con el que terminen su mandato, redundará en beneficio del partido al que pertenecen.

 

 

 

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