Uno a uno, los legisladores le reprocharon el abandono en que se encuentra la construcción del Hospital de Poza Rica; la falta de equipamiento que existe en el de Yanga; el rezago que presenta el centro de salud en Nautla, y el retraso de la Torre Pediátrica de Boca del Río que luce sin equipo y sin fecha de inauguración.
También le recriminaron que el hospital de Tierra Blanca carezca de una moderna unidad de hemodiálisis y del abandono en que se halla otro nosocomio en Naranjos de Amatlán.
Y más: que el gobernador Javier Duarte haya anunciado la construcción de un nuevo hospital en Coatzacoalcos al inicio de su administración y todavía nos e coloca la primera piedra.
El titular de la Salud se comprometió a atener todos los pendientes antes de que concluya la administración.
Además, se lavó las manos por los rezagos en la infraestructura y achacó la responsabilidad a la administración anterior, la de Fidel Herrera.
Nemi Dib también pidió su apoyo a los legisladores para conseguir terrenos para echar a andar los proyectos de obra pendientes.
Sobre la carencia de personal especializado en la red hospitalaria, el funcionario argumentó que no es fácil que conseguir médicos certificados y dispuestos a desplazarse hacia los lugares más recónditos del estado.
En el inventario de instalaciones e infraestructura, el exdirector del DIF estatal y exjefe de la Policía Auxiliar dijo que la red consta de 891 unidades médicas, 59 hospitales, 2 mil 156 consultorios, 125 quirófanos, siete bancos de sangre, 61 laboratorios de análisis clínicos y ocho de anatomía patológica, 52 gabinetes de radiología y 394 farmacias.