El karma alcanzó a Eduardo Rivera Pérez, aunque hoy denuncia que hay una persecución política en contra suya dadas sus aspiraciones. Sin embargo, en el pasado, en su calidad de dirigente estatal del PAN, encabezó una acción similar contra Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús Paredes Moctezuma, a quien bloqueó para que no fuera candidato a la gubernatura, alentó la persecución política del marinismo contra el ex alcalde a través de sus cuentas públicas y para evitar que reviviera lo expulsó del PAN y a sus incondicionales.

Eduardo Rivera Pérez fue presidente del Comité Directivo Estatal del PAN en el periodo comprendido entre 2003 y 2006, mientras que Paredes Moctezuma se desempeñaba en paralelo como presidente municipal de Puebla entre 2002 y 2005.

Bloquea aspiración de Paredes por la gubernatura

En 2004, tras su segundo informe de labores, Paredes anunció que solicitaría licencia como alcalde para buscar la candidatura del PAN a la gubernatura. Paredes dejó el ayuntamiento y comenzó a realizar reuniones entre los panistas para alcanzar las firmas de apoyo para registrar su candidatura.

Como fiel siervo de El Yunque, Eduardo Rivera obedeció la orden para bloquear a Paredes y dejarlo fuera de la carrera por la candidatura panista, comenzando a ponerle piedras en el camino y consiguieron inhabilitarlo para registrarse como precandidato, contando con el aval de Manuel Espino, entonces dirigente nacional del blanquiazul.

El argumento que dio la dirigencia de Lalo Rivera era que las cuentas públicas de los primeros dos años de Paredes Moctezuma no habían sido aprobadas, por lo que en la campaña podrían ser utilizadas para denostar al PAN.

Alentó persecución con cuentas públicas

Como dirigente estatal de Acción Nacional en el periodo 2003-2006, Rivera Pérez avaló que sus diputados locales aprobaran todos los procedimientos del entonces Órgano de Fiscalización Superior en contra del ex alcalde que derivaron en multas millonarias y sanciones por más de 20 años.

Tal como se queja ahora a Eduardo Rivera, Luis Paredes fue sometido a una persecución política por parte del grupo en el poder (marinismo) y el entonces líder estatal del PAN alentó que sus diputados locales avalaran las aberrantes sanciones que le impuso el Órgano de Fiscalización Superior que se convirtió ahora en la Auditoría Superior del Estado.

Los diputados locales del PAN, que era una minoría dentro del Congreso, dieron su voto a favor para avalar los procesos de inhabilitación y multas millonarias contra Paredes Moctezuma, ya que esa era la orden que Lalo Rivera les daba.

Lalo, como dirigente atacó a Paredes hasta con desplegado

Incluso, Eduardo Rivera fue más allá, dado que él como dirigente estatal criticó y acusó en diversas declaraciones a medios de comunicación a Luis Paredes de ser un mal gobernante y que incurrió en malos manejos de los recursos públicos ejercidos durante su administración, lo que no ha ocurrido ahora, debido a que la dirigencia de Jesús Giles y Martha Erika Alonso no han hecho ningún pronunciamiento contra Lalo.

La embestida de la dirigencia encabezada por Lalo Rivera fue tal, que a través de un desplegado ofrecía “una disculpa pública a todos los ciudadanos del municipio de Puebla” por haber ofertado al que fuera el alcalde de la capital entre 2002 y 2005.

Dicho comunicado fue publicado el lunes 7 de febrero del 2005 en los periódicos El Sol de Puebla y Síntesis, donde además la dirigencia a cargo de Eduardo Rivera aseguró que en los tres años que Paredes Moctezuma gobernó, los poblanos “vivieron en medio de la incertidumbre, el escándalo y la controversia”.

“La responsabilidad no sólo se mide por buenas intenciones” y “En el municipio de Puebla, el actuar como funcionario público del presidente municipal, Luis Paredes Moctezuma, se ha caracterizado por incumplir continuamente lo ordenado por el Código de Ética de Funcionarios Públicos de Acción Nacional”, señalaba dicho desplegado.

Inició el proceso y expulsó al ex alcalde

La persecución de Rivera Pérez contra el ex alcalde de Puebla incluyó también iniciarle un proceso de expulsión que culminó en mayo del 2005, cuando logró su cometido y en el que también lograron echar del partido a tres de sus colaboradores: Cristina Sánchez de Cima, Héctor Vera Arenas y Héctor Montiel García.

El proceso de expulsión que orquestó Rivera Pérez en complicidad con Rafael Micalco Méndez y Pablo Rodríguez Regordosa.

El argumento principal para echarlo del partido fue que en la campaña del 2004 no apoyó la candidatura de Pablo Rodríguez Regordosa a la alcaldía de la capital poblana, dado que Paredes había exigido tres posiciones para su grupo en el Ayuntamiento en caso que el PAN ganara, a lo que según una misiva de Rivera Pérez a la Comisión de Orden del PAN estatal, que hizo pública CAMBIO el 18 de abril del 2008.