Habitantes del pueblo de Mushumbi Pools en la provincia de Mashonaland Central, en el norte de Zimbabue, fueron grabados en el momento en que sustraían los restos de un menor de las entrañas de un cocodrilo.
El reptil fue asesinado a tiros luego que los lugareños sospecharan que se había comido al joven, conjetura que confirmaron al cortar el estómago del animal.
Los restos del pequeño cuyo nombre no fue revelado, fueron extraídos del reptil parte por parte y colocados sobre una manta gris colocada a lado del animal muerto. Dos días más tarde la pequeña víctima fue velada en la aldea.