Pese a ser sorprendido en flagrancia por los padres de familia del Cenhch, quienes incluso le propinaron una golpiza tras robarle el celular a una estudiante, Gustavo Zavala libró la cárcel gracias a las reglas del Nuevo Sistema de Justicia Penal al alcanzar un acuerdo repertorio pagando el costo del teléfono móvil.
Tras la liberación, su ex pareja sentimental Adilia “N”, quien denunció la salvaje golpiza que le propinó unas horas antes del robo en el Cenhch, quedó en estado de riesgo una vez que el Ministerio Público no integró la carpeta de investigación de inmediato, por lo que se presume se dio a la fuga para no enfrentar las consecuencias.
Existen antecedentes de que Gustavo Zavala, ya había sido detenido por robo y sólo firmó las dos primeras semanas su libertad condicional, además que su adicción al alcohol lo torna violento, pero la FGE hizo caso omiso, pese al riesgo que se sustraiga de la justicia o busque a su víctima.
Orden de restricción sólo para el Cenhch
Personal de la FGE confirmó a CAMBIO que este presunto ladrón cuyos testigos y cámaras de vigilancia lo exhiben arrebatándole un celular a una estudiante de bachillerato la tarde del pasado jueves, tuvo la anuencia de un juez de control para seguir el proceso por robo común en su contra fuera de la prisión.
Se detalló que en la audiencia celebrada este fin de semana, a Gustavo se le impuso acudir a firmar una vez por semana a la Casa de Justicia su libertad bajo reservas de ley, así como a pagar el daño material a Samantha, la estudiante del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (Cenhch) a quien le arrebató su teléfono móvil.
Dentro de las restricciones, Gustavo tampoco podrá acercarse a las calles aledañas a esta institución educativa ubicada en la colonia El Ángel, no obstante, al no estar integrada la carpeta de investigación en su contra por las agresiones a su ex, Adilia M., la mujer de 26 años y madre de una menor de cuatro años, quedó vulnerable ante su agresor.
FGE ofrece seguridad sólo por 72 horas
En entrevista para CAMBIO, Adilia reveló que este lunes al acudir a hacer la extensión de su declaración por agresiones ante la Dirección de Atención a Delitos Sexuales, de Violencia Familiar y Delitos Contra la Mujer, se le ofreció “seguridad con rondines de policías por un periodo de 72 horas”, sin que las autoridades le notificaran que él ya estaba libre.
Asimismo, recordó que el saber que Gustavo fue detenido, le dio la seguridad para denunciarlo, pues durante el año previo que ella padeció violencia, siempre la amenazó con hacerle daño a ella, a su familia y a su hija.