Chipileños intentaron quemar cuerpo de Agnes


Después de degollarla, pues los asesinos cometieron varios errores por su inexperiencia


De acuerdo a los datos del expediente, Luis Fernando Bueno Mazzocco, Agustín Flores Zechinelli, Marco Antonio Berra Espezzia, sí conocían la condición transexual por ello la escogieron como víctima


Gerardo Ruiz


Luego de degollarla, los asesinos de Agnes Torres intentaron quemar su cuerpo, pero su inexperiencia derivó en que dejarán una serie de huellas y rastros fácilmente rastreables por la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ).


De acuerdo a los datos del expediente, Luis Fernando Bueno Mazzocco, Agustín Flores Zechinelli, Marco Antonio Berra Espezzia, sí conocían la condición transexual de Agnes Torres y por ello la eligieron como una víctima vulnerable para robarle su automóvil Volkswagen Gol modelo 2010, pero desde el primer momento decidieron matarla y deshacerse del cuerpo.


La evaluación forense realizada por la PGJ descarta por completo la tortura y las quemaduras de cigarro en el cuerpo de la activista, rumor difundido en las redes sociales que dieron paso a las especulaciones y motivación de un crimen de odio.


Sin embargo, de las confesiones de los asesinos ante el Ministerio Público se demuestra que el crimen de odio es configurable a partir de la condición transexual de la activista poblana.


Los asesinos nunca imaginaron las consecuencias y el problema en el que se habían metido al matar a una celebridad nacional de la defensa de los derechos de la identidad sexual.


Jorge Flores Zechinelli, persona que continúa prófuga, según la gente que lo conoce en el municipio de Chipilo, lo refieren como alguien extremadamente violento, que siempre portaba un arma de fuego, joven que se presume como asesino material de Agnes y con quien tenía una relación sentimental.


Respecto al caso de tortura por parte de agentes policiacos a Yanira Rosario Avendaño Noyola, Anahí Margarita Noyola Baltazar y Aly Noyola Rodríguez, fuentes cercanas a la PGJ exhortaran a la Procuraduría que este posible delito se maneja por separado del caso Torres y que no interfiere en la investigación del asesinato.


También se confirmó que los implicados eran carniceros de un rancho en Chipilo, por lo que decidieron degollar a Agnes Torres al saber cómo realizar estas técnicas y que los ministeriales pudieron dar con el paradero de Luis Fernando Bueno a través de los registros de llamada de su celular, ya que en reiteradas ocasiones se comunicaron desde Mérida con Rosario Avendaño Noyola, que fue su novia por un par de meses.




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