Recula la Iglesia; sí castigará a los curas lujuriosos


Se trató de “una confusión”, dice el vocero de la Iglesia poblana


Eugenio Lira aclaró que la Arquidiócesis de Puebla no apoyará económicamente a los sacerdotes y que carecen de cualquier facultad para oficiar misas

 

Elvia García Huerta

 

La Arquidiócesis de Puebla reculó en su consentimiento de la ruptura del celibato de los cuatro sacerdotes lujuriosos, pues a través de un comunicado de prensa se explicó que el cuarteto de curas con esposas e hijos están separados de la orden sacerdotal: “Los cuatro sacerdotes no podrán oficiar misas ni comulgar a los católicos, ni bautizar o confirmar, ya que la separación de la Iglesia es total”.


Asimismo, señaló que la manutención y vivienda de los sacerdotes que se separan del ministerio, así como de sus dependientes directos, es responsabilidad de ellos y no del Arzobispado de Puebla, ni de ninguna institución que se le vincule.


A través del comunicado, Eugenio Lira Rugarcía, explicó que hubo una “confusión” con este tema, puesto que sólo los sacerdotes que llegan a la edad de jubilación al cumplir 75 años, los cuales deben presentar su renuncia al frente de la parroquia a su cargo conforme al Código de Derecho Canónico, sólo en este caso los sacerdotes pueden seguir ejerciendo el ministerio, aunque ya no estén al frente de una parroquia, es cuando la Arquidiócesis de Puebla les otorga una pensión y les ofrece vivir en la Casa de Sacerdote, que se ubica en las instalaciones del Seminario Palafoxiano.


En cuanto a los cuatro párrocos que violaron el celibato, señaló que al ser separados tendrán que cumplir con sus obligaciones familiares como padres de sus respectivos hijos, de modo que no vivirán al amparo de la Iglesia; sin embargo, dijo que si después de haber cumplido con las obligaciones deciden regresar a sus deberes sacerdotales, lo podrán hacer, pero es muy difícil que este paso se dé.


Cabe destacar que desde hace algún tiempo la Santa Sede dio a conocer la disposición en la que los sacerdotes que se encontraran en una situación incompatible con el celibato sacerdotal, debían separarse del ministerio sacerdotal y atender la nueva responsabilidad que habían adquirido.

 

Por lo que monseñor Víctor Sánchez Espinosa a unos meses de haber sido designado  arzobispo de Puebla, y tener noticias de algunos sacerdotes que se encontraban en esta situación, luego de comprobarlo, se entrevistó con cada uno de ellos, quienes tras una plática fraternal decidieron separarse del ministerio sacerdotal.

 

 

 

 

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