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José Cabalan Macari
En esto creo
Líder estatal del Partido Nueva Alianza
Elisa Vega Jiménez
Me considero un líder que está aprendiendo todos los días a ser mejor. Una parte nace líder y una parte va aprendiendo.
Nueva Alianza significa apertura, frescura, una oportunidad de realmente cambiar mi país. Es el partido que me permite acceder a todos estos instrumentos que puedo utilizar para el beneficio de los demás, entonces, significa crecimiento.
Me ha costado trabajo integrarme al medio político. Puedes acceder a posiciones desde las que puedes generar cambios importantes para el país, para el estado, pero no es fácil. Soy administrador y me gusta más lo operativo, los sistemas, áreas donde que existe un mayor control de los resultados. Ingresar a la política fue salir un poco de mi área de confort. Pero he aprendido que el mundo no es controlable, que no depende nada más de ti, hay muchos factores que infieren, personalidades, decisiones, ambiciones, poderes y debes tener mucha capacidad de reflexión, mucha paciencia, ponerte en el lugar del otro, entender la parte humana que los mueve, entonces de alguna manera, te hace más humano, más flexible y más analítico.
Sí tengo una meta que lograr, soy perseverante y no me dejo llevar por lo que los demás opinan, pase lo que pase voy avanzando; tengo una fortaleza interna importante.
En México nos han faltado dirigentes que realmente realicen cambios de fondo, nos ha llevado el destino por donde ha querido. Por eso más que a personalidades admiro a sistemas que han salido adelante gracias a sus líderes, como Chile, Singapur o Colombia —que parece que le está ganando la guerra al narcotráfico—. Una sola persona no puede lograr un cambio en un país, tiene que crear un movimiento, ser un líder, contagiar, hacer que todos crean que se puede lograr.
Mi reto es seguir consolidando al partido —ya nos pusimos una meta bastante ambiciosa respecto de los resultados que obtuvimos en las elecciones pasadas— y tenemos que seguir creciendo, tenemos que establecer una conexión muy fuerte con la población para realmente resolver sus necesidades; que el PANAL realmente dé algo, no perdernos en el camino y convertirnos en un partido como los demás.
Nunca busqué, ni quise ser político. Tomás Ruiz —el ex presidente de Nueva Alianza— me convenció de que si quería algo diferente de México, de Puebla, la única manera en que podía realizarlo era entrándole a la política; donde se pueden tomar decisiones que impacten a miles. Fue así que me llamó la atención, me convencí, y así llegué a Nueva Alianza.
Lo que hoy somos, es producto de las circunstancias que nos han tocado vivir. Muchas experiencias adversas me han dado fortalezas hoy, muchos de los errores que cometí me dieron enseñanzas. En ese sentido, estoy contento con lo que he vivido, pero si me dieran la oportunidad de cambiar algo, por supuesto que cambiaría muchas cosas.
Aprendí de mis padres la honestidad, el trabajo, a esforzarme, a nunca perder la esperanza, la unión, el amor, a dar y recibir apoyo. Es más importante tener una vida armoniosa que acumular posesiones, muchas veces las situaciones no son las que uno quiere pero, siempre hay que mantenerse optimista, con tus metas bien establecidas, y, no perder el camino.
En política, si no tienes los pies en la tierra te puedes perder muy fácilmente. Por eso uno de mis retos es mantenerme en contacto con las necesidades de la gente, para trabajar realmente de fondo por ellas. Muchos partidos se centran en los síntomas y no en las dificultades de fondo; mitigan el hambre con despensas en lugar de crear trabajo. Entran en una dinámica de mantener la votación a como dé lugar y olvidan toda esta parte fundamental por la que estamos aquí: resolver los problemas que genera la violencia, de pobreza, de marginación, el empleo, la drogadicción que se vive en el país. Ver la realidad, tan cruda, es suficiente para mantenerte con los pies en la tierra.
Puebla para mí es un lugar privilegiado, un estado que tiene muchísimo que dar, con una riqueza superior a muchos pero, no lo hemos sabido explotar. En Puebla se tiene una calidad de vida excelente; es un estado con una cultura riquísima, un clima excepcional, una buena posición geográfica, un atractivo turístico impresionante, y queremos que crezca, que a la gente le vaya mejor, que la economía florezca. Yo nací en la ciudad de México, pero llevo en Puebla 15 años.
Nadie que no tenga una familia puede estar completo. La familia es fundamental, es la base donde tú te apoyas, donde te sientes tranquilo, aceptado, querido; son las ligas más profundas del ser humano.
Mi vida personal es muy sencilla, no tengo aficiones muy complicadas. Me gusta muchísimo leer, hacer ejercicio, estar con mi familia. Trato de seguir estudiando todo el tiempo —estoy haciendo una segunda maestría— de mantenerme siempre actualizado. Me gusta viajar, la fotografía —de una manera muy amateur—.
Soy desordenado en mi vida personal, y me está costando mucho trabajo cambiarlo. Ya me he vuelto un poco menos pero, a veces sucede que anoto un concepto o idea y luego no sé dónde dejé el papel.
Antes de llegar al PANAL, me dediqué mucho tiempo a la iniciativa privada: he trabajado en industrias y en compañías de construcción.
Vicios, nunca he tenido, a propósito me he mantenido alejado de ellos: no fumo, no tomo, no juego, y lo digo con toda honestidad. Quizá algún día me meto a internet y me quedo pegado pero nada importante.
No creo que un hombre exitoso sea el que deja todo por su empresa, es quien mantiene la armonía con su familia, en lo profesional, en lo social, eso es lo que ambiciono; vivir la vida de una manera plena. No me interesa ser el hombre más rico del planeta o el más poderoso, tampoco viajar todo el tiempo. Todo debe estar equilibrado: debes tener un objetivo, un trabajo que te haga sentir productivo, y eso al final del día te da la plenitud. Como persona, ambiciono ser feliz.
Siempre trato de estar cerca del deporte, lo he practicado toda mi vida. Ahora, por falta de tiempo sólo corro y hago algo de pesas —en otro tiempo practiqué box—.
Tengo tres años de casado pero todavía no tengo hijos, estamos pensando en eso.
La gente no es mala, simplemente no tiene oportunidades. Sólo tiene dos caminos: el bueno, que es muy difícil y muy largo, donde prácticamente no llega a ningún lado; el otro lado es fuera de la ley, donde obtiene frutos muy rápido y es muy difícil que lo agarren. Entonces nosotros como partido tenemos que crear esas opciones de buen camino, donde la gente crezca, donde tengan oportunidades de desarrollarse y lograr algún capital que pueda heredar a tus hijos, donde vea realmente un futuro, porque los caminos que tiene la mayoría de la población son caminos muy inciertos, muy pesados, y que no te llevan a ningún lugar.
Tras el vídeo con Paulina Rubio (hace 15 ó 16 años) hubo dos o tres ofrecimientos de trabajo en el espectáculo y era muy tentador en esa época, porque pagaban diez veces más que en un trabajo común y corriente, y lo hacías en tres días, pero nunca me pasó por la cabeza seguir una carrera por ese camino; yo sabía muy bien lo que quería.
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