Violación de derechos de autor en película financiada por SFA
Nikté tiene características idénticas a las del personaje cinematográfico, dicen
Miguel Ángel Cordero
La cinta animada Nikté, en la cual el Gobierno del estado, invirtió 11 millones de pesos con recursos del impuesto sobre la nómina, es producto de un plagio, denunció nuevamente Rolando Tamayo, dueño de los derechos reservados de los nombres del Nikté y Kan.
A unos días de que la premier de esta cinta fuera presentada y a días del estreno nacional en cines, Tamayo envió a distintos medios de comunicación una carta a través de la cual denunció a Producciones de Animación y Multimedia —mejor conocida como Animex— y Nahuala Producciones Cinematográficas porque usan sin autorización sus reservas de derechos de los personajes ficticios mencionados.
El publicista asegura que usan sin autorización sus reservas 04-2005-051714151300-301, correspondiente a Nikté y la 04-2005-051713103900-301, correspondiente a Kan. “También usan en otro personaje el nombre K’in, el cual induce a confusión con mi reserva de derechos del personaje ficticio Kin, reserva: 04-2005-051713002100-301”.
De acuerdo a Rolando Tamayo, Nikté, Kan y Kin son integrantes del grupo de geniecillos mayas denominados Karakoes, personajes creados por el publicista y los cuales enseñan a los niños a cuidar el medio ambiente y a conocer nuestras raíces prehispánicas.
“Yo creé a estos personajes en el año 2000; los registré como obra literaria, dibujo y diseño gráfico en 2001, y los registré con Reserva de Derechos al Uso Exclusivo en 2005. Desde 2006 a la fecha los tengo licenciados en los shampoos Fantasy de Grisi, y en cuatro libros de Editorial Selector”, afirma el publicista en la carta de marras.
Tamayo aseguró que Producciones de Animación y Multimedia y Nahuala Producciones Cinematográficas usan indebidamente el nombre Nikté como título de una película y nombre del personaje principal de la misma. Incluso el personaje Nikté tiene características psicológicas idénticas a la del personaje cinematográfico: vanidosa y presumida. Lo mismo ocurre con los otros dos personajes.
“Mi personaje Kan es consejero, el de ellos, también. Asimismo, ambos conceptos de personajes usan nombres mayas, sus aventuras transcurren entre el pasado prehispánico y el presente; y su target principal es el segmento infantil.”
De acuerdo con la Ley Federal del Derecho de Autor, la Reserva de Derechos es la facultad de usar y explotar en forma exclusiva, entre otros, tanto el nombre, como las características físicas y psicológicas de un personaje ficticio o simbólico determinado.
Por consiguiente, el uso de los nombres reservados Nikté, Kan y Kin es exclusivo del titular, y en virtud de este derecho ninguna otra persona puede usar o explotar tales nombres sin consentimiento del titular de la reserva, aun cuando las características físicas y psicológicas del personaje nombrado de igual forma sean diferentes.
Desde marzo de este año, estas productoras fueron notificadas por el Instituto Nacional del Derecho de Autor en el expediente 206/98.402/89 “2009”, y no demostraron tener facultad legal para usar estos nombres en otros personajes.
“Ante tales circunstancias, me veo obligado a denunciarlos públicamente y a hacer todo lo que esté a mi alcance para defender legal y honradamente mis derechos y patrimonio familiar”, aseveró Tamayo.
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